Continúa persecución política en Bolivia contra exmiembros del anterior Gobierno
La Paz, 23 feb.- Varios exfuncionarios del Gobierno de Evo Morales (2006-2019) continúan hoy presos en Bolivia en el contexto de la judicialización de la política o lawfare llevada a cabo por las autoridades golpistas.
Entre ellos están en cárceles con denuncias sin pruebas, Gustavo Torrico, quien en este momento se encuentra hospitalizado debido a un aneurisma aórtico; el exministro de Gobierno, Carlos Romero; y César Cocarico, exministro de Desarrollo Rural y Tierras.
Otros exministros bolivianos como Juan Ramón Quintana (Presidencia), Vilma Alanoca (Culturas) y Javier Zabaleta (Defensa) están refugiados desde noviembre en la residencia diplomática de México en La Paz.
En una conversación con el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), el exvicepresidente Álvaro García Linera, refugiado en Argentina, aseguró que el lawfare es un fenómeno creciente en el mundo, y particularmente en la región latinoamericana.
“Desde el golpe de Estado en Bolivia se detiene al abogado que defiende a un inculpado. Se encarcela a los familiares que buscan ropa del hijo o del hermano enjuiciado. Se asesina a bala a humildes pobladores y los responsables tienen inmunidad institucional”, denunció.
Hasta la fecha no hay ninguna investigación abierta sobre los más de 29 asesinatos a bala y 400 heridos en el contexto de la asonada golpista, recalcó.
Sin embargo, la Justicia en Bolivia ha devenido una oficina operativa del Ministerio de Gobierno que distribuye acusaciones según la ideología que profesan las personas, explicó.
“Nuevamente ser socialista, comunista o indianista es un delito fragrante que amerita un linchamiento mediático y una detención preventiva”, subrayó al Celag.
En su opinión, ser exmiembro del anterior Gobierno es una garantía para que los golpistas anuncien su cacería.
“El Derecho ya es sólo la furia vengativa de los golpistas. No les importa ni siquiera similar equilibrio, pues las armas y las tanquetas están prestas a silenciar en cualquier momento a los inquietos y descontentos”, advirtió.
García Linera señaló que si el gobierno golpista ha estado dispuesto a asesinar impunemente, no tiene ningún reparo moral en encarcelar ilegalmente.
“Por ello, el utilizar la ‘justicia’ como arma electoral para chantajear a la sociedad, coaccionar a candidatos y atemorizar a electores va a ser una rutina en las siguientes semanas”, alertó. (Texto y foto: PL)