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Cáncer de pulmón, problema de salud que exige más vigilancia

La Habana, 17 jun.-En el mundo 1,7 millones de personas mueren cada año a causa del cáncer de pulmón, enfermedad neoplásica considerada la más mortal en América Latina aun cuando suele recibir menos atención que otros padecimientos.

 

Las cifras generales de incidencia y mortalidad en la región se encuentran a mitad de camino entre los niveles máximos de América del Norte y Europa y los mínimos que son típicamente africanos. No obstante, esta carga promedio de la dolencia representa un importante problema de salud pública para Latinoamérica.

En ocasiones la falta de acceso a pruebas adecuadas y las altas tasas de error suponen que un considerable porcentaje de los diagnósticos escapen de la detección temprana y solo se confirmen en estados avanzados cuando el mal es difícil de tratar.

El cáncer de pulmón suele clasificarse en dos grandes grupos: de células pequeñas y no pequeñas. En este último subgrupo se encuentran el adenocarcinoma, el cáncer de pulmón de células escamosas y el de células grandes.

En los últimos años los avances médicos más destacados se relacionan con las células no pequeñas, en particular con el descubrimiento de los inhibidores de mutaciones genéticas específicas y la inmunoterapia, la cual ha demostrado ser muy promisoria.

En Estados Unidos por ejemplo, el empleo de este método y de las terapias dirigidas creció tanto en los últimos cinco años que casi el 20 por ciento de los pacientes pueden recibir tratamiento oral en lugar de quimioterapia.

En el caso de Cuba destaca la aplicación de la vacuna terapeútica Cimavax-efg contra el cáncer de pulmón avanzado de células no pequeñas, fármaco creado por especialistas del Centro de Inmunología Molecular.

Administrado por vía intramuscular muestra resultados alentadores al detener el crecimiento del carcinoma y aumentar la expectativa de vida de los enfermos en estado avanzado hasta en cinco años, además de presentar baja toxicidad y adecuada tolerancia, sin los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia.

Los avances médicos actuales ofrecen sin dudas nuevas esperanzas para los pacientes, por lo que podrían mejorar las alarmantes cifras de mortalidad que existen en muchos países.

Inteligencia artificial, capaz de detectar cáncer de pulmón

Un grupo de ingenieros de Google y científicos de la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, consideran que la inteligencia artificial (IA) ayudará a reducir estas tasas de mortalidad mediante sistemas de aprendizaje profundo, técnica que permite a una máquina entrenarse a sí misma en una tarea a partir del análisis de grandes cantidades de datos.

En este caso sus creadores desarrollaron un sistema que posibilita la evaluación y el diagnóstico automático, tomando como punto de partida el examen de una prueba llamada tomografía axial computarizada (TAC).

Según el coautor del estudio, Mozziyar Etemadi, los radiólogos suelen examinar cientos de imágenes bidimensionales o parceladas en un solo TAC, pero este nuevo sistema es capaz de ver los pulmones en una imagen tridimensional mucho más amplia.

La IA en tercera dimensión puede ser más sensible a la hora de detectar el cáncer de pulmón temprano que el ojo humano, asegura Etemadi.

El experto explica que este tipo de sistemas de aprendizaje reposan sobre redes neuronales artificiales, un modelo de IA utilizada en vehículos autónomos, tecnología militar o simuladores de ajedrez.

El sistema de aprendizaje profundo para este estudio fue entrenado usando TACs de tórax de pacientes anónimos, cuyos resultados se verificaron luego mediante biopsias. Los casos de estudio fueron extraídos de la base de datos de la universidad norteamericana.

Los especialistas compararon los resultados del nuevo sistema con los obtenidos por seis radiólogos humanos tras examinar las mismas tomografías. En la mayoría de las métricas el modelo informático fue más preciso que los médicos y detectó menos falsos positivos, lo que podría traducirse en una reducción de procedimientos innecesarios en escenarios clínicos reales.

No sólo podemos diagnosticar mejor un cáncer sino también descartar que exista, lo que evitaría una biopsia pulmonar invasiva, cara y con riesgos para el paciente, destaca Etemadi.

Los autores reconocen que estos hallazgos, publicados en la revista Nature Medicine, aún necesitan ser validados en ensayos clínicos con grandes poblaciones antes de su implantación, pero confían en que el modelo contribuya a mejorar el diagnóstico, así como el tratamiento de los pacientes con cáncer de pulmón.

Factores de riesgo de la enfermedad y su comportamiento en América Latina

El tabaco es el riesgo predominante para el cáncer de pulmón pero está lejos de ser el único. El vínculo entre el tabaquismo y el padecimiento ha sido ampliamente estudiado, aunque no se puede obviar la incidencia de otros factores carcinógenos.

El estudio Global Burden of Disease de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, el tabaco es la causa del cáncer de pulmón en el 64 por ciento de los casos.

El 36 por ciento restante, sin embargo, seguiría siendo por sí solo un importante problema de salud pública, equiparable al del cáncer de cuello uterino.

Los principales riesgos no relacionados con el tabaco en la región son la contaminación del aire en interiores y exteriores, el gas radón residencial y niveles elevados de arsénico en las reservas de agua subterráneas.

Si bien el tabaquismo sigue siendo el factor predominante, la pobreza (así como el uso concomitante de combustibles sólidos para cocinar y calentar el hogar) parece tener una incidencia importante en ciertos países, al igual que el entorno natural.

Estas diferencias en los factores de riesgo afectan la genética de los tumores de pulmón y por lo tanto, el potencial de tratamiento.

De acuerdo con un informe elaborado por la unidad de negocios The Economist Intelligence Unit, el consumo de tabaco en América Latina ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.

La OMS estimó que la prevalencia del tabaquismo en Panamá disminuyó más de la mitad entre 2000 y 2015, la mayor caída en el mundo, mientras que incluso en el país con peor desempeño de los estudiados, Chile, hubo una disminución de un quinto.

Los científicos consideran que con el paso del tiempo esto derivará inevitablemente en una reducción de los casos de cáncer de pulmón, pero es difícil determinar el momento exacto en que sucederá debido a la presencia de carcinógenos pulmonares en la región, con períodos de latencia que suelen ser prolongados.

El control del tabaquismo es una fortaleza creciente en Latinoamérica. Sin embargo, la prevención del cáncer de pulmón no relacionada con el tabaco exige mucha más vigilancia, pues en gran parte de la zona los límites de contaminación del aire continúan superiores a los recomendados por la OMS.

Por Lisbet Rodríguez Candelaria/Periodista de la redacción de ciencia y técnica de Prensa Latina