Cañabate, un clavadista feliz fuera del podio
Santiago de Chile, 22 oct.- El cubano Luis Gustavo Cañabate y su entrenador, Hugo Pérez de Corcho, no disimularon su felicidad ante el sexto puesto logrado en la final del trampolín desde un metro correspondiente a los XIX Juegos Panamericanos.
El camagüeyano añade así gratas páginas a su historia, a menos de un año del accidente que casi le cuesta la vida.
Concursar en una final a este nivel y lograr las dos mejores puntuaciones de su vida se suman a la proeza que muy pocos vieron posible.
Cañabate fue capaz de superar los 354.20 puntos. Acumuló 357.20 en el segmento decisivo con poco más de seis semanas de entrenamiento. Sin duda impresionante para todos los que conocen la ruta transitada hasta aquí.
«Lo hizo todo bien, no falló ningún salto. Que haya competido en su primera final panamericana nos emociona», comentó a JIT la comisionada nacional de esta disciplina, Milagros González.
Ella fue testigo del proceso y siempre confió en su talento, como lo hizo el círculo más cercano al clavadista, sometido a varias intervenciones quirúrgicas que lejos de limitarlo sirvieron de estímulo para recuperarse y volver a competir.
Cañabate asegura que vivió la experiencia sin presión y centrado en completar cada ejecución con el mayor rigor posible. Anuncia que con ese mismo ánimo regresará al Centro Acuático de Ñuñoa el próximo jueves para competir junto a Carlos Escalona en el sincronizado de trampolín.
El mexicano Osmal Olvera compiló 424.70 unidades para llevarse la presea dorada. Su registro fue el único por encima de los 400 puntos. El dominicano nacido en México, Jonathan Ruvalcaba (384.90), se colgó la de plata y al colombiano Luis Felipe Uribe le alcanzaron las 371.20 rayas para completar el podio.
El estadounidense Lyle Yost (365.35), líder en el segmento clasificatorio, protagonizó una discreta final y regresará a casa sin el premio que parecía a su alcance.
En la noche santiaguina también acaparó la atención de los cubanos la incursión de Anisley García en la final individual de plataforma. La capitalina quería más que el octavo lugar que dejó insatisfechos también a sus seguidores.
Fallos en las ejecuciones de la parada de manos y las tres vueltas y media de espalda cuestan demasiado a este nivel. Su acumulado de 270.25 rayas quedó lejos de los 315.45 que le aseguraron un puesto entre las candidatas a medallas.
El podio lo coparon las mexicanas Gabriela Agundez (361.65) y Alejandra Orozco (340.80), junto a la canadiense Caeli McKay (335.65), en ese orden.
Este domingo Anisley intentará mejores ejecuciones en el trampolín desde un metro, también con presencia de su compañera Prisis Leydi Ruiz. (Tomado de Jit)