Botica Francesa, original a 60 años de la última formulación
Matanzas, 17 ene.- Se cumplieron este martes 60 años de que cerrara la Botica Francesa del doctor Ernesto Triolet Lelievre para posteriormente abrir como Museo Farmacéutico de Matanzas, nos contenta conservarla lo más original posible y además concretar acciones que favorecen su protección, declaró Marcia Brito, directora del centro.
Aquel 16 de enero fue jueves, a la 1:40 de la tarde ya las puertas se cerraron, ese día se hicieron dos fórmulas, una prescrita por el doctor Monterrey, ginecólogo importante de nuestra ciudad, y la otra por Alfredo Triolet Figueroa, descendiente de la familia fundadora, explicó Brito.
Cataloga la historiadora como muy simbólico que la última receta asentada en los Libros Copiadores, que recogen el día a día de la farmacia desde su fundación en 1882, la prescribieran y prepararan respectivamente los hijos del creador de la Botica, los hermanos Alfredo y Ernesto.
A Ernesto Triolet Figueroa, último dueño y director de la Botica Francesa, se le consideró primer conservador del Museo, un título que se le daba a las personas que se dedicaban a proteger, y como él conservaba la historia de su familia y era el mayor albacea de la joya patrimonial se le reconocía como tal, explicó.
Se trata de una familia que siempre tuvo una conciencia, una vocación de conservar –destacó-, gracias a querer mantener para siempre intactas todas las maravillas que contenía el centro, la humanidad cuenta hoy, en Matanzas, con una Botica Francesa de finales del siglo XIX original y completa.
Ahora se trabaja en la cubierta, que ya tenía fracturas y procesos de filtración que afectaron el masillado y las pinturas murales de la casa de la familia; eso se soluciona con un método muy efectivo pero menos agresivo que lo que sería cambiarla, argumentó Brito.
Se trabaja además en la restauración de la carpintería del último nivel para resolver también algo muy importante que es evitar que la humedad y el agua entren, enfatizó la investigadora con especial atención a la originalidad del inmueble.
La Botica Francesa, fundada el 1ro de enero de 1882 por Ernesto Triolet Lelievre dejó de dispensar el 16 de enero de 1964 y reabrió al público como Museo Farmacéutico de Matanzas el 1ro de mayo de ese año, todo lo que se utilizó durante casi un siglo ganó una utilidad distinta para la eternidad. (Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)
