Bolivia: Temor a MAS

La Habana, 10 oct.- El fraude contra el Movimiento Al Socialismo (MAS) es una de las mayores amenazas para las elecciones que tendrán lugar en Bolivia el 18 de octubre, con el propósito de impedir su pronosticada victoria en primera vuelta.

 

Sería demasiado para las fuerzas de la derecha en ese país un retorno del MAS, después que hicieron tanto para sacarlo del poder.

Entrarían en juego los desesperados intentos de los mismos que incitaron el golpe de Estado contra el presidente constitucional Evo Morales en noviembre del pasado año —no olvidar a la Organización de los Estados Americanos (OEA)— para evitar ahora el eventual triunfo de la fórmula integrada por Luis Arce y David Choquehuanca, advierten observadores.

La autoproclamada mandataria Jeanine Áñez dijo hace poco que el populismo autoritario —como intentan tildar a Morales—, no regresaría a Bolivia, lo cual, al parecer, suena a intimidación.

Sin embargo, pese a los obstáculos y las maniobras, el MAS se mantiene como la fuerza política que podría retomar el Palacio Quemado y de los siete candidatos presidenciales en la puja Arce es el líder en las encuestas.

El exministro de Economía tiene una agenda concreta: sustitución de importaciones, generación de empleo, impuesto a las grandes fortunas, protección del pago de bonos sociales, industrialización de los recursos naturales y garantizar los servicios básicos, en línea con la dirección que siguió el país durante la gestión de Morales.

Los sondeos ubican en segundo lugar al expresidente (2003-2005) y propuesta presidencial por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, que definió como sus pilares fundamentales resolver la crisis económica y de salud y la corrupción, aunque no faltaron las críticas a la gestión del líder aymara.

El exlíder cívico del departamento de Santa Cruz y uno de los incitadores de la asonada golpista contra Morales, Fernando Camacho, por la alianza Creemos, no aporta mucho hasta el momento dada su inexperiencia en la política, pero es fuertemente criticado por sus comentarios misóginos.

Por su parte, el candidato de la alianza Libre 21, el exmandatario Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), autodenominado salvador de la economía boliviana, presenta un plan que busca reactivar la economía con créditos externos, generar un alivio tributario para no pagar impuestos a las transacciones y la explotación del litio.

A su vez, el pastor evangélico de ascendencia coreana y postulante por el Frente Para la Victoria (FPV), Chi Hyun Chung, respalda el libre mercado, la creación de un instituto de generación de empleo para las mujeres e impulsar el turismo con la idea de construir un parque temático en el salar de Uyuni (Potosí).

La única mujer en la contienda tras la renuncia de Áñez, es María de la Cruz Bayá, quien aspira al máximo cargo por Acción Democrática Nacional (ADN). Entre sus propuestas está apoyar a los micros y peque- ños empresarios y la creación de un plan estratégico para la agroindustria.

Por último, el candidato Feliciano Mama- ni, por el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL) y representante del sector minero, se inclina por el encapsulamiento de los desechos generados en las ciudades como parte de una política ambiental de no afectación a sectores rurales.

Los expertos señalan que Arce será el vencedor y son partidarios de que sea en primera vuelta, porque de celebrarse un balotaje alertan que las fuerzas del bloque golpista integrado por Mesa, Camacho y Quiroga se unirían en un frente único.

Al cierre de esta edición, circuló la noticia de que el gobierno de facto denunció por supuesto enriquecimiento ilícito a Arce, lo que este calificó de guerra sucia. La acusación penal presentada ante la Fiscalía por el viceministro de Transparencia, Guido Melgar, se suma a una cadena de imputaciones gubernamentales contra el MAS, así como abiertos llamados a no votar por su candidato, lo cual viola la presunta neutralidad que los golpistas deben mantener en el proceso por los comicios. (Prensa Latina)