Argentino corrió como en una maratón dentro de su casa
Buenos Aires, 8 abr.- En medio de la cuarentena, un argentino corrió como en una maratón dentro de su casa y luego convocó a compatriotas para establecer más de tres mil kilómetros que separan a La Quiaca y Ushuaia.
En estos tiempos de pandemia que obliga al encierro, Joe Uriburu, el protagonista de la historia, se las ingenió para establecer una especie de maratón dentro de su hogar, el cual acondicionó para la ocasión con un objetivo principal, concientizar a las personas de la necesidad de quedarse en casa.
Según contó al portal Minuto Uno este abogado de profesión y atleta por vocación, que registró paso a paso el momento desde las redes sociales, la idea comenzó cuando decidió ejercitarse, como siempre, para no perder el ritmo y, a diferencia de otros que salían a entrenar en la madrugada en medio de la cuarentena, demostrar que se podía dentro de casa.
Tras diseñar el espacio al interior de su departamento, en el barrio porteño de Barrancas de Belgrano, Joe comenzó a correr sin parar hasta completar 10 kilómetros, después 21 hasta alcanzar los 42 kilómetros que establece una maratón.
Uriburu relató a Minuto Uno que acondicionó el lugar con un circuito de 26 metros, donde realizó mil 600 vueltas entre el balcón y el living, resultado que consiguió en tres horas y 48 minutos.
‘Más de 40 minutos sobre mi tiempo habitual, fue complicado, pero fue una sensación muy linda’, agregó.
Amante del deporte, este hombre de 36 años siguió más allá y tras recibir las fuerzas de varios seguidores que se unieron en internet, decidió convocar a los compatriotas para establecer el desafío de realizar tres mil 700 kilómetros que separan, de forma lineal, a las ciudades de La Quiaca y Usuhaia (del norte al sur del país).
Finalmente, lo consiguió el domingo último, donde su hazaña fue seguida por varios seguidores en su cuenta en la red social Instagram.
A la maratón se sumaron miles de usuarios que le enviaban los tiempos que realizaban, mientras Joe también corría a la par y sus vecinos le daban ánimo desde sus balcones.
El objetivo eran tres mil 700 kilómetros, juntamos tres mil 790 y todavía me siguen mandando mensajes. Es súper emocionante, contó. (Prensa Latina)