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Ante la injusticia del bloqueo seguimos en combate

Editorial

Por trigésima primera ocasión, hoy Cuba vuelve con pleno derecho y razón a presentar en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) una nueva resolución en la que pide el fin del bloqueo económico que Estados Unidos impone a la isla desde 1962.

La justa demanda ha sido apoyada por el máximo órgano de debate de la ONU en 30 oportunidades por una aplastante mayoría de países, que han refutado la flagrante violación a la Carta de las Naciones Unidas.

En realidad, el cerco pone en evidencia la malignidad de una acción dirigida a rendir por desesperación a la inmensa mayoría de un pueblo decidido a labrar su propio destino sin injerencias foráneas, un proceder sustentado por más de cien años de luchas y en plena soberanía conquistada el 1ro de enero de 1959 con el triunfo de la Revolución.

De esa ya lejana época data la arbitraria maquinaria del asedio por parte del gobierno estadounidense, cuyos efectos, de marcada extraterritorialidad, van más allá de medidas que lastren multimillonariamente la economía y el desarrollo de programas de beneficio social, y se adentran en la criminalidad.

El bloqueo ha cobrado vidas al impedir la entrada de insumos y medicamentos destinados a combatir el cáncer y otras no menos letales dolencias en todos los segmentos de la población, sin distinción de credos o filiación política.

En medio de la pandemia de la COVID-19, el presidente de turno en Estados Unidos recrudeció con más de 240 medidas el bloqueo económico, lo que ha afectado la adquisición de componentes y medicamentos fundamentales para enfrentar el coronavirus, sin embargo, Cuba ha desarrollado sus propias vacunas que han demostrado ser efectivas.

Forma parte del homicida engendro imperialista incluir a la nación caribeña en una absurda lista de países patrocinadores del terrorismo, sabedores sus promotores, de las consecuencias negativas que en el orden de las negociaciones, ayudas y cesión de créditos, trae aparejada tan espuria nómina, por lo que es parte de la cotidianidad seguir en combate, realidad matizada por la integración de lucha y resistencia estratégicamente moldeada por el siempre presente Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Así llegamos a esta nueva votación en Naciones Unidas con otra resolución que vuelve a pedir el fin del bloqueo que Estados Unidos nos impone desde 1962, seguros del triunfo diplomático, pero también con la certeza de que la unidad en la acción interna nos permitirá seguir resistiendo y rebasar la actual compleja situación económica, porque seguimos en combate. (Tomado de Radio Cadena Agramonte)