Añoranzas y recuerdos que marcan la memoria de un pescador santacruceño
Santa Cruz del Sur, 5 nov.- “Nací y crecí a pocos metros del mar en el poblado de Guayabal. Allí me dediqué a la pesca del camarón con atarraya, el que vendíamos luego de secado, a muy bajo precio, porque no había fábrica de hielo ni vía de acceso adecuada”, narró Armando Francisco García Ramos (Bello).
Cuando el entrevistado con otros pescadores residentes del lugar capturaban especies de escama, tenían que salarlas y comercializarlas lo más rápido posible sin exigir mejor pago pues en ese sitio habitacional costero no había luz eléctrica.
A partir del 1ro de enero de 1959 García Ramos comienza a trabajar en la terminal marítima de Guayabal como administrador de la actividad pesquera, donde se mantuvo por más de una década. Luego se trasladó para Santa Cruz del Sur para laborar como especialista en la pesca del ostión.
La captura de las especies de escama, consideró, le aportaba mejores resultados económicos, por lo que se enroló en varias embarcaciones, compartiendo los esfuerzos con valiosos compañeros, los cuales considera el octogenario personas muy queridas, inolvidables para él.
“Le echo de menos a todo ese ajetreo, al olor del mar, al sonido del motor de las embarcaciones, a las jaranas entre unos y otros tripulantes, y a las cayerías, fundamentalmente a los Jardines de la Reyna”.