Equipos de América dominaron el Mundial de béisbol

Nettuno, Italia, 29 sep .- Los equipos de América dominaron la Copa Mundial de béisbol que terminó en esta ciudad con triunfo de Estados Unidos sobre Cuba por 10-5, un resultado que le garantizó la medalla de oro.

  Los estadounidenses fueron el mejor equipo del torneo, con un solo revés, justo en la fecha inaugural ante Venezuela y por la famosa regla de Schiller, en honor a los cambios introducidos por el presidente de la Federación Internacional de Béisbol (IABF), Harvey Schiller.

La ofensiva de los campeones fue la más poderosa del torneo, con casi 40 cuarenta cuadrangulares, más de un centenar de carreras impulsadas y average cercano a los 300, además de contar con un puntal en el primera base Justin Smoak, segundo entre los jonroneros con nueve y jugador más valioso del campeonato.

Luego de aquel traspié ante los venezolanos, Estados Unidos hilvanó una cadena de victorias que lo llevó al partido final contra los cubanos en calidad de favorito, además de pasear la segunda y tercera fases, con absoluto dominio sobre los contrarios.

Estados Unidos presentó un elenco poderoso, sobre todo en el acápite de la fuerza y en el pitcheo de relevo, al extremo de incluir a una docena de lanzadores en la nómina de 24.

Para Cuba fue el segundo puesto y la condición de protagonista de la final, aunque ya en esa instancia no jugó su mejor partido y volvió a ceder ante los estadounidenses, tal como ocurrió hace dos años en la lid de Taipei de China.

Cuba contó con un pitcheo fenomenal hasta la jornada del adiós, y no solo con destaque para veteranos ilustres como Norge Luis Vera o Pedro Luis Lazo, sino también para jóvenes prometedores como Miguel Alfredo González o Freddy Asiel Alvarez.

Vera fue el mejor lanzador derecho de la lid, pese a la derrota en el choque definitivo, sobre todo porque no fue bien defendido por sus compañeros antes de entregarle la pelota a Lazo para que, al menos, preservara el empate.

En tres choques anteriores fue un valladar para todos los rivales y permitió una solitaria anotación en más de 20 capítulos, lo mismo que Miguel Alfredo González, otro que salió sin suerte en el partido por el oro, pero con tremendo acierto hasta ese momento.

González, de 23 años de edad, y el jovencito Freddy Asiel Alvarez, de 20, lucieron un mundo desde el box desde el campeonato cubano y se perfilan como el relevo natural de Lazo y Vera, quienes por más de una década defendieron los colores de Cuba en los principales eventos internacionales.

Pero Cuba enseñó más. Enseñó a un portento de cuarto bate en el patrullero Alfredo Despaigne, quien conectó 11 cuadrangulares y si no fue el jugador más valioso del torneo, fue solo porque Cuba no pudo ganarle a Estados Unidos.

Despaigne estuvo inmenso con el bate y en el partido final le pegó a la pelota en la cara, al extremo de poner en peligro la enorme ventaja estadounidense en su última vez al bate, con un estacazo que se acercó a las cercas del jardín izquierdo.

Fue primero en jonrones, en carreras anotadas, bases recorridas y slugging, suficiente para incluirse en el todos estrellas, pero fue el único jardinero cubano que estuvo en su mejor forma en el torneo, porque los otros cuatro dejaron que desear.

Despaigne, que este año rompió el récord de jonrones para una temporada en Cuba, con 32, hizo lo mismo en el Mundial y dejó sin primado a Orestes Kindelán, también cubano, quien bateó nueve en Edmonton-1990, los mismos que el estadounidense Smoak en esta edición.

La medalla de oro también quedó en América, en el cuello de los canadienses, quienes dominaron a Puerto Rico.

Los boricuas se presentaron con un equipo poderoso, con varios jugadores con experiencia en Grandes Ligas, entre ellos el ex tercera base de los Mets de Nueva York José Valentín y otros como Alex Cintrón, Rubén Gotay y Raúl Casanova.

Eduardo Pérez, el manager puertorriqueño, advirtió poco después de la derrota ante Cuba en la fecha inaugural, en Barcelona, que su equipo venía por algo grande y que solo necesita tiempo, juego para convertirse en una novena ganadora.

En la segunda ronda le quitó el invicto a Cuba, pero al final no pudo con los canadienses, quienes por primera vez subieron al podio en una de estas lides.

Por último, Venezuela completó el cuadro de equipos de América entre los que pasaron a la tercera ronda y finalizó en el séptimo puesto, solo por delante de Taipei de China.

Los venezolanos terminaron invictos la primera parte, pero problemas internos y con la Federación de su país provocaron un bajón en el nivel de juego y, por lógica, derrotas que arrastraron hasta el final.

La lid tuvo fuerza, pero su gran mérito fue regar el béisbol por Europa, televisión incluida, y advertirle a los grandes de Asia -Japón y Surcora- que con un elenco improvisado no lograrán lo que en los clásicos.(PL)