Nuevo tratamiento en México para curar hernias de disco
México, 28 ago.- Frente a las maquinaciones de la llamada industria del dolor, un médico mexicano desarrolla un método para tratar las hernias de disco sin el uso de cirugía.
Eloy Ovando Sanders, graduado de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de la American Academy of Neurology And Orthopedic Surgeons, explica que el procedimiento consiste en una serie de inyecciones de colchicina combinadas con ozonoterapia y una posterior rehabilitación, lo cual desaparece el dolor en apenas tres semanas.
En ocho años de estudios y atención a pacientes, su clínica, instalada en una céntrica calle de Coyoacán, en la capital mexicana, ha atendido a casi cinco mil personas aquejadas de hernias de disco con un 95 por ciento de éxito.
En entrevista con Prensa Latina, Sanders explicó que 12 inyecciones de colchicina y ozonoterapia bastan para reducir el dolor en un 80 por ciento, que luego, apoyado por un equipo multidisciplinario devuelven al enfermo a una vida sin demasiadas limitaciones.
Una cirujana, un ortopédico, y varios galenos que han ido a especializarse en Cuba, pionera en el uso de la ozonoterapia, inician el tratamiento, que disminuye los malestares producidos por la presión que ejerce el disco de la columna vertebral sobre el nervio raquídeo.
Los beneficios del método son incontables pues evita agresiones al organismo, alteraciones en la columna por cirugías, riesgos de sufrir infección, hemorragia o posteriores operaciones, ausencias al trabajo, gastos en rehabilitación, y tiene un costo cinco veces menor.
Todos esos factores repercuten en una mejor calidad de vida del paciente, señaló el especialista, presidente fundador de la Asociación Mexicana contra las Negligencias Médicas Ac.
El tratamiento que ahora desarrolla Sanders se remonta a fines de la década del 50 del siglo pasado, cuando el médico estadounidense Michael S. Rask descubrió que el uso de la colchicina reducía la inflamación y las hernias de disco en pacientes que también padecían de gota.
El milagroso medicamento, coadyuvante en el tratamiento de la gota y de la cirrosis hepática, se convirtió entonces de forma casual en un factor fundamental para la reducción del dolor causado por el ataque agudo de las hernias discales.
Cuenta Sanders que desde entonces Rask dedicó 40 años de su vida a la investigación, en los cuales atendió a 10 mil pacientes.
A su muerte, dejó un millón de dólares para la continuación de sus estudios que, sin embargo, fueron silenciados hasta inicios de siglo por los intereses económicos que están detrás de la medicina en sociedades capitalistas, subrayó.
Según el especialista, la industria del dolor no está interesada en la promoción del tratamiento de hernias de disco sin cirugías, el cual significa pérdidas económicas para los dueños de las grandes compañías de medicamentos.
En Estados Unidos se realizan unas 300 mil cirugías al año, que dejan 21 mil millones de dólares anuales, explicó al respecto.
Asimismo, reveló que cada pieza que se introduce en el organismo humano durante una operación ortopédica cotiza en la bolsa de valores y deja numerosos dividendos.
Tras destacar sus aspiraciones de que el método sea aplicado en países latinoamericanos, Sanders defendió la técnica que aplica por su bajo costo y sus beneficiose, frente a la cirugía convencional y los riesgos que ésta implica. (PL)