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Evalúan avance de proyecto siderúrgico boliviano

Evalúan avance de proyecto siderúrgico bolivianoLa Paz, 23 jul.- El ministro de Minería de Bolivia, Luis Alberto Echazú, evaluó este miércoles los avances en la implementación del proyecto para la producción de hierro en el cerro Mutún, uno de los mayores yacimientos de ese mineral en el mundo.

En este momento estamos perfeccionando la documentación para continuar la entrega de tierras a la empresa india Jindal Steel, la cual se adjudicó hace casi dos años los derechos sobre la mitad de la reserva, declaró Achazú a Prensa Latina.

Adelantó que entre esta semana y la próxima la empresa deberá presentar su plan de trabajo que iniciará con una minería anticipada, es decir, van a explotar y a exportar como máximo un millón de toneladas de concentrados del mineral al año.

El contrato establece que al cuarto año después de su firma deberá quedar establecida la planta de peletización, la del hierro esponja y después el horno eléctrico para hacer los aceros, indicó el ministro.

De acuerdo con la autoridad, el proyecto, en su fase regular, producirá un millón 700 mil toneladas de acero y planchas metálicas, de las cuales 200 mil serán destinadas al mercado boliviano y el resto a la exportación.

También se prevé la obtención de cuatro millones de toneladas de hierro esponja, un millón de pélets (bolas de mineral) y entre 600 y 700 mil toneladas de concentrado, subrayó Echazú.

Indicó que Jindal ya empezó a laborar con una producción pequeña de concentrado de hierro, pero tienen que concretar las etapas posteriores, agregó.

"En la medida en que adelanten la explotación minera tienen que adelantar las fases industriales del proyecto", manifestó el funcionario.

El Mutún, ubicado en la provincia de Germán Busch en el departamento de Santa Cruz, posee una reserva calculada en 40 mil millones de toneladas de hierro y 10 mil millones de toneladas de manganeso.

En noviembre de 2007, el Estado boliviano y la empresa india firmaron un contrato de riesgo compartido, por 40 años, cuyas ganancias anuales rondarán los 200 millones de dólares a partir de 2012, explotando solamente la mitad del yacimiento.

La puesta en marcha de la primera industria siderúrgica de la nación andina se vio demorada en principio, debido a una cadena de obstáculos administrativos y legales, el último de ellos la aparición de dueños privados de parte de las tierras.

El gobierno boliviano impulsa la construcción de un canal artificial para acelerar y abaratar los costos de la producción y exportación de hierro en la oriental región. (PL)