Muerte súbita, 20 años de estudio en CubaMuerte súbita, 20 años de estudio en Cuba
La Habana. -La muerte súbita cardiovascular (MSC), constituye un problema de salud global, entre cuatro y cinco millones de personas fallecen cada año en el mundo por esta causa, que se considera de carácter natural y se produce en un corto período de tiempo.
El evento puede suceder a cualquier edad, incluidos los lactantes, pero es poco frecuente en las primeras décadas de la vida, cuando es más probable que aparezca durante la actividad deportiva, y en presencia de malformaciones congénitas del corazón -casi siempre hereditarias-, por miocardiopatías, arritmias y otras causas, como fármacos,
En exclusiva con Prensa Latina, el Doctor en Ciencias Luís Alberto Ochoa Montes, Especialista de Segundo grado de Medicina Interna y Cardiología, dialogó sobre este evento.
"Estudios realizados al respecto tienen un gran impacto porque constituyen uno de los grandes desafíos para los sistemas sanitarios en el mundo", apunta Ochoa quien ha dedicado la mitad de su carrera a este tema.
– Ya se están cumpliendo 20 años de estos estudios en Cuba, qué proyecciones tienen, hasta dónde alcanza el nivel de investigación?
Estas investigaciones tienen sus antecedentes en el país hacia el año 1995, cuando se crea el grupo de estudios sobre MSC en el Hospital Clínico Quirúrgico "Hermanos Ameijeiras",
Desde ese año y hasta 2014, este equipo médico multidisciplinario estudió más de 28 mil muertes naturales, de ellas se pudieron diagnosticar mil 953 episodios. Es una casuística numerosa teniendo como referente las investigaciones poblacionales que se han realizado en otros países con altos niveles de desarrollo como Canadá, Estados Unidos, incluso en el continente europeo.
¿Y en qué consiste la particularidad de los trabajos cubanos?
Las investigaciones realizadas no se basan en estadísticas vitales de mortalidad. Se revisa caso a caso a partir de la aplicación de la autopsia verbal, en cada uno de las personas diagnosticadas (autopsia verbal es una técnica para recopilar información, mediante entrevistas a familiares y médicos vinculados, confiriéndole mayor solidez y veracidad a la información).
Recientemente concluimos una pesquisa, reconocida con el Premio Anual de la Academia de Ciencias de Cuba, que contiene un estudio epidemiológico, del 2000 al 2010, con los primeros mil eventos consecutivos de MSC en un grupo poblacional de más de 100 mil habitantes al sur de la provincia La Habana, explica Ochoa.
– ¿Existen diferencias en el comportamiento de la MSC en el sexo femenino y masculino?
Si, hemos encontrado una diferencia muy llamativa entre sexos. Existe un predominio de la enfermedad en el sexo masculino, con una proporción de tres hombres por cada una mujer en edades superiores a los 45 años.
Esta diferencia se atribuye a que, cuando se presentan los elementos de agravamiento o deterioro de la función vascular, la mujer por ser un poco más preocupada, cuando se siente amenazada, acude más precozmente a los sistemas de emergencia médica.
Mientras que los hombres no, por ello les ocurre sobre todo en el domicilio, lugares públicos y en el trabajo.
Incluso la propensión es mayor en individuos de tez negra, con respecto a otros colores de piel, basado en la precocidad de otros factores de riesgos cardiovasculares, como la hipertensión arterial y la cardiopatía isquémica, que ejercen su efecto en este grupo particular.
– ¿Cuáles son los factores de riesgo que predisponen a una muerte súbita?
Hay factores de riesgo muy bien identificados como es el caso del tabaquismo, el antecedente de enfermedades cardiacas previas, la hipertensión arterial, lo que conocemos como hipertrofia ventricular izquierda, la diabetes mellitus, la inactividad física.
Algunos se consideran incluso factores de riesgo independientes, quiere decir, que por sí solos se convierten en riesgo adicional para presentar un evento de MSC, ejemplo la obesidad, el incremento de masa corporal.
Estos son grupos de condiciones que incrementan la probabilidad para el grupo de los fallecidos por MSC con respecto a los que tienen dolencias cardiovasculares y no mueren súbitamente.
Hace dos años atrás el equipo pretendía que se reconociera esta investigación a nivel nacional y que se extendieran estos estudios a otras provincias del país, en qué situación se encuentra este proyecto?
En estos momentos se han estudiado aproximadamente 27 municipios del país, comprendidos en 12 provincias.
En La Habana, se han estudiado un grupo importante de municipios para conformar poco a poco el estudio cubano de MSC, en pacientes con cardiopatías conocidas donde se presenta aproximadamente el 95 por ciento de los eventos.
– ¿Cree usted que este tema se pueda enfocar como un nuevo campo de estudio en la medicina cubana, con repercusión hacia América Latina?
Avalado por los elementos que hemos explicado y sobre todo por el elevado impacto que tiene la MSC para la familia, la economía y la sociedad, el campo de acción rebasa los límites particulares de cualquier ciencia o de cualquier disciplina desde el punto de vista de la salud. Constituye un enorme desafío y así lo expresamos y lo estudiamos.
– Tiene Cuba conocimiento acerca de existan en América Latina aportes, proyecciones, avances o registros sobre MSC? A partir de lo que hemos leído de otros colegas, que han publicado en nuestro continente, creo que la situación en el resto de la región de alguna manera, en cuanto a registro, es muy parecida a la nuestra.
Es decir, los países no informan oficialmente registros ni datos estadísticos sobre el comportamiento de la MSC en sus naciones puesto que no tienen registros oficiales.
A pesar de estar incluida la MSC en la clasificación internacional de enfermedades, en nuestro continente estadísticamente se conoce que no todo se registra, ni se documenta, ni se informa.
¿Cuenta Cuba con las condiciones para realizar este tipo de estudio desde el punto de vista médico, técnico y profesional?
Desde el punto de vista médico, científico y profesional Cuba cuenta con todos los recursos humanos, capacitación y preparación necesaria, para poder encarar este desafío. Llevamos unos pasos de avance, hemos realizado a lo largo de 20 años investigaciones en esta temática.
En este momento un cubano cada 46 minutos sufre un paro cardiorespiratorio, por lo tanto la MSC sigue siendo una asignatura pendiente.(PL)