Infancia y Revolución, armonía que perdura
Los más de 133 mil 120 niños de esta provincia de Camagüey, comprendidos entre las edades de 0 a 14 años, cuando despiertan o se levantan no tienen la preocupación de los infantes de otras latitudes, de no contar con aulas donde estudiar, o sentir miedo ante la amenaza de que uno de sus compatriotas intenten matarlos en la escuela con un arma de fuego.
Aquí están a disposición de ellos 811 escuelas primarias y 62 círculos infantiles, cuyos sistemas de enseñanzas se ajustan a desarrollados métodos pedagógicos reconocidos por la UNESCO.
Ellos no se cuentan entre los 115 millones de niños que no asisten en el mundo a la escuela primaria -el 18 por ciento de la cifra mundial-y dolorosamente una de las tres cuartas partes de éstos viven en zona de conflictos.
En el año 2000 los líderes mundiales se comprometieron a conseguir la escolarización de todos los pequeños del planeta hasta el 2015 como parte de los objetivos del milenio, algo muy difícil, pero que en Cuba tiene su cumplimiento permanente.
Gracias a la Revolución, liderada por Fidel Castro, no tienen por qué atormentarse si contraen enfermedades, o por la sospecha de que sus padres queden sin empleo, aquí, incluso, bajo los efectos de la Crisis Económica Global no se lanzan los trabajadores hacia la calle.
El esquema de vacunación establecido por el Sistema Nacional de Salud garantiza gratuitamente protegerlos en el vientre de la madre y después que nacen contra 13 enfermedades, apoyados por el Programa Materno Infantil.
Hoy en Camagüey -como en toda Cuba- es apasionante ver lo que se hace a favor del hombre del futuro y empecemos por citar los registros de tasas de mortalidad infantil, una verdadera pesadilla antes de 1959.
Esta provincia centro oriental cubana terminó el 2008 con un indicador de 4,7 fallecidos por cada mil nacidos vivos, menores de un año y prosigue el 2009 con una tendencia a mejorar con tasas de países del primer mundo.
Cada año mueren en el mundo 11 millones de niños, menores de cinco años y por malnutrición 6 millones, según la FAO, y en esa lista no aparece un solo camagüeyano y cubano.
Los niños aquí saben que el primero de Junio se escoge como Día Internacional de la Infancia como recordación a aquellos 140 menores y todos los bebés que mataron los fascistas alemanes en una Villa Checa en 1942 durante la Segunda Guerra Mundial, además de secuestrar a todas las mujeres y 90 pequeños llevados criminalmente a los campos de concentración.
En diciembre de este año 2009 se cumplirán 55 años en que la Asamblea General de la ONU acordó la celebración del Día Internacional de la Infancia por la hermandad y entendimiento entre todos los niños y a favor de sus derechos, respetados en Cuba con letras de oro y en mayúscula porque infancia y Revolución es una armonía que perdura.
(Tomado de Adelante digital)