Festival de ballet en Cuba presenta maravillosa conjunción de artes
La Habana, 29 oct .- La puesta hoy del clásico La bella durmiente en el 24 Festival Internacional de Ballet de La Habana invita a los admiradores del arte a detenerse en el nexo entre música y danza.
Un matrimonio artístico perfecto emergió de la colaboración entre el coreógrafo francés Marius Petipa y el músico ruso Piotr Ilich Chaikovski durante la creación inspirada en el célebre cuento de Charles Perrault.
La gran producción estrenada el 3 de enero de 1890 en el Teatro Marinski, de San Petersburgo, en Rusia, se convirtió en el primer gran éxito de Chaikovski con una partitura de ballet pues la puesta inicial de El lago de los cisnes había dejado un sabor amargo al compositor por una avalancha de críticas negativas.
En La bella durmiente, cada melodía ilustra un momento de vida de un personaje, desde el esplendor juvenil de la princesa, los deseos y dones transmitidos por las hadas, hasta la maldición de Carabosse, el sueño, el triunfo del amor y la personalidad de los numerosos asistentes a la boda.
Caperucita Roja y el lobo, el Pájaro Azul, el Gato con botas, Cenicienta, muchos protagonistas de los cuentos de la época acuden a un matrimonio donde la recién casada narra mediante la danza la historia de su vida.
La bella durmiente forma parte del repertorio de todas las grandes compañías del mundo y para Cuba tiene una importancia singular porque en el Gran Vals de la obra debutó su bailarina más universal, Alicia Alonso, cuando era niña.
De acuerdo con historiadores, de los tres ballets compuestos por Chaikovski La bella es el que más perfectamente realiza el ideal y define el estilo, la estructura formal y los caracteres del clásico.
El esplendor de la danza académica apoyada en una sutil estructura dramática es notable en esta obra del Romanticismo tardío, así como la concepción de la música en función de la narración y los propósitos coreográficos.
En términos de producción es una pieza costosísima, pues el libretista situó la acción del primer acto durante el reinado de Luis XIV de Francia, pero luego del sueño de 100 años de la princesa Aurora los estilos de decoración cambiaron del Barroco al Rococó, identificado también como estilo Luis XV.
Según el estelar diseñador Alexandre Benois, sin La bella durmiente la historia del ballet, en Rusia y en el mundo entero, habría seguido otro curso.
La puesta de este miércoles en el Festival tendrá como protagonistas a la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba Viengsay Valdés, los bailarines principales Víctor Estévez, Grettel Morejón, Estheysi Menéndez, Serafín Castro y Leandro Pérez, entre otros artistas.
Mientras la función de mañana 30 de octubre será interpretada por las primeras figuras Yanela Piñera, Arián Molina, y la primera solista Dayesi Torriente.(PL)