Santacruceños por continuar la educación en valores
Continuar anteponiendo a los antivalores acciones educativas, le corresponde a todo ciudadano honesto y que se respete a sí mismo. Cuando se tiene total conocimiento de la influencia que potencian los buenos modales, no podemos cejar en el empeño de esparcirlos en cada lugar donde estemos. Se requiere de insistencia, exhortarnos en lo individual hacia la fe en la verdad: mantener las grandes cosas, nos convierte en seres agradables.
¿Cuál es la fórmula?, sencillamente sumar y sumar a esta campaña cada día más adeptos para que el resultado, aunque sea a largo plazo, mantenga vitalidad, tenga sentido. Serán menos los irrespetuosos, en poca cantidad los que no expresan el agradecimiento, llegan sin ofrecer un saludo cordial, andan con mala presencia física, creyéndose graciosos o empleando un vocabulario pleno de palabras obscenas.
Iván Sánchez Sánchez, acababa de detener el triciclo en un punto de la vía pública, enseguida se le aproximan varias personas interesadas en comprarle algunos de los productos del agro que acarrea el cuentapropista, aprovecho y pregunto: ¿Mantienes a diario el mismo trato?
“Ser amable, apunta, ayuda a que las cosas nos salgan bien. Al ofrecer las mercancías no engaño al cliente, me enorgullece ver a las personas irse contentas al adquirir lo deseado”. En esta labor puedo mantenerme el tiempo que sea necesario porque si no vendo muchas cosas en el día no digo improperios ni ofendo a nadie”.
Durante una amplia plática dirigida a los estudiantes, hace casi cuatro años, el máximo líder histórico de la Revolución cubana les aseveró: “En esta batalla contra los vicios no habrá tregua (…) y nosotros apelaremos al honor de cada sector. De algo estamos seguros: de que en cada ser humano hay una alta dosis de vergüenza”
Orisel Martínez García, joven Instructora de Artes Plásticas, refiere la importancia de las enseñanzas que Fidel le ha transmitido siempre al pueblo. “El no pierde la confianza en el niño, el joven… el viejo, tiene seguridad en el mejoramiento humano”.
Al detallar su labor esboza la claridad de los actos frente a los alumnos. “A mis clases asisten pequeños de la enseñanza primaria, les sugirio temas en los cuales se reflejen la honestidad, honradez, el compañerismo y ser defensores de la verdad, porque cuando alguien miente se mancilla”.
No hay hora en la que no aprendamos algo, beber lo positivo de otros nos hace bien. La vida es una escuela, si antes de cometer un error muchos ciudadanos lo pensaran diez veces evitarían ser autores y propiciadores de desvíos de recursos materiales y financieros, sacrificar ganado vacuno o equino para lucro personal y causar alteraciones del orden, desequilibrando así la tranquilidad comunitaria, por solo poner algunos ejemplos.
“Esos disparates causan resquebrajaduras en las familias. Darle albergue a los comportamientos negativos lleva al abismo. Somos seres racionales, debemos pensar, analizar las consecuencias de un mal actuar… eso influye en nuestros hijos. Apartarse de las malas compañías, favorece a la hora de tomar la ruta idónea”. Manifiesta Odalis Ballester Vilalta, directora del CDIP (Centro de Documentación e Información Pedagógica).
Geosdanni Herrera Almanza, resultó nombrado por el alumnado de la Escuela Primaria José Martí, Jefe de Exploración y Campismo. Dedicarle atención a la educadora durante las clases y dominar las habilidades propias del explorador, son grandes razones a las cuales le da justo valor.
“Son las enseñanzas dadas por Fidel”, dice. “Debemos ser esforzados, así se lo hago saber a mis compañeritos del cuarto grado y a los demás del colegio: cometer fraude, usar mal el uniforme escolar, dejar de ir a las acampadas, no llegar puntual a la escuela y descuidar la base material de estudio, no es propio de un miembro de la Organización de Pioneros”.
Mucho ha insistido el Comandante en Jefe en que esta no será jamás una sociedad de consumo, será una sociedad de conocimientos, de cultura. “Hay gentes dadas a quejarse y tienen millones de cosas a su favor. Esta Revolución no se asemeja en nada al capitalismo que vivió mi generación y los más viejos”, refiere Irmelio Bárzaga Consuegra, jubilado.
“Estoy, prosigue, en una Casa de Abuelos durante el día, todo no los dan de gratis. Es infinita la generosidad de este proceso hacia las personas de la Tercera Edad. Allí ninguna trabajadora se lleva la comida que se nos asigna, ni los medicamentos, hay mucha seriedad y ética por parte de todas las compañeras responsabilizadas en atendernos. No se escucha un mal trato, ni una mala palabra. Todos nos queremos… Seguiremos conviviendo sin faltarnos el respeto”.
Proseguir la ruta encomendada, dándole la estocada educativa a las indisciplinas sociales nos reafirma: No arriar la vela por nada del mundo. Preservar los valores humanos es y será una perpetua batalla moral.
(Raúl Reyes Rodríguez/ Radio Santa Cruz)