Grupo de Vallenato desafía el calor en barrio santacruceño

Grupo de Vallenato desafía el calor en barrio santacruceñoEnrique y sus Vallenatos andan inundando de rítmico calor los barrios en Santa Cruz del Sur, y aunque la gente culpa al mes de agosto por ser el causante de tantos sofocones, cuando suena la música contagiosa de este grupo, nacido apenas hace tres años, sus seguidores sueltan abanicos, pencas y todo aquello que los refresque, comienzan entonces a lucir públicos pasillos, mientras el sudor les penetra la estructura ósea.

Enrique Ramírez Salazar, desde pequeño sintió apego al acordeón, “nunca recibí otra inspiración. Aunque mis viejos me compraban como juguetes pequeños pianos, filarmónicas…siempre preferí el acordeón”.

De forma autodidacta ha venido preparándose durante mucho tiempo, “porque tengo un buen oído musical, quizás herencia de algunos tíos, y un abuelo… usted sabe como son las cosas de la vida”.

Este director tiene el privilegio de cantar y tocar a la vez, a pesar de ser un instrumento de viento muy complejo. “Hay que abrirlo y cerrarlo sin apenas mirar los bajos y el teclado, lográndose la armonía”, explica. “Se debe hacer como es, como debe ser, hay muchos que no lo logran”.

Ramírez Salazar lleva atesorado en la retentiva un múltiple repertorio con temas de la preferencia popular vinculados a la música mejicana, cumbias, vallenatos y boleros.”Lo que el público pida se le complace, por eso atraemos tantos espectadores donde vamos, ya nos conocen”.

Discos grabados, producidos a través de gestiones propias se han diseminado en todo el territorio, propiciando más pedidos. “No buscamos nada lucrativo. Nuestra música montada en sistema digital la regalamos, así ganamos preferencia”.

Festivales provinciales y municipales han tenido como uno de sus participantes a Enrique y sus Vallenatos, esto le ha dado el mérito de tener ya la categorización provincial. Se encuentran a la espera de otra audición.

Modesta Edilberta Pérez, vecina de la calle quinta en el Reparto Jacinto González, donde comienza a extenderse el CDR número tres (Comité de Defensa de la Revolución), ofreció la fachada de la casa donde vive. “Estos músicos ya han utilizado este portal en otras ocasiones. Para la cultura la puerta de mi casa está abierta”.

Dicen, quienes permanecieron gastando la suela de los zapatos durante esas constantes movidas del esqueleto, que el calor de agosto se quedó chiquito, sin ni si quisiera intentar competir con el acaloramiento armonioso emitido por la música de Enrique y sus Vallenatos. (Raúl Reyes Rodríguez/ Colaborador de Radio Santa Cruz)