Promotores del cáncer

¿Usted conoce qué es realmente un cigarrillo? Pues, la ciencia establece que se trata de la suma de hebras de tabaco, papel, goma y más de 4 000 productos químicos.

Por tanto, los fumadores son personas arriesgadas porque disfrutan de su adicción con oídos sordos a las advertencias médicas y a la divulgación constante; además, son absolutamente indiferentes al daño que ocasionan a su alrededor. Especialmente… a sus hijos.

No hay que dudar, solo buscar las dramáticas cifras de muertos por cáncer, y de otros que viven enfrentando el sufrimiento de un proceso oncológico. No obstante, es más fuerte el vicio a la nicotina, que el razonamiento ante los alertas emitidos.

Y por si fuera poco, hay quienes se dedican a fortalecer la imagen equívoca del cigarro como “sello” de elegancia y distinción, tanto en el cine como en la televisión. ¡En las filmaciones, el cigarrillo es casi un protagónico! Los personajes de las tramas fuman para demostrar, en la mujer, elegancia, atractivo, estilo. En el hombre, virilidad, enojo, fuerza.

En la pantalla grande o chica, el cigarro se ha convertido en apoyo para esas actitudes que quieren representar, como si el profesionalismo de una actuación no pudiera identificar estados de ánimo que reflejen el mensaje necesario.

Pero lo más grave es que, la mayoría de las veces, lo señala el guión o deviene recurso exigido por los directores de cine y televisión, ajenos al potencial de influencia sobre el público, sobre todo jóvenes, a quienes se transmiten patrones a imitar dañinos para su salud.

Amigos, si bien ese mundo “mágico” de las dos pantallas no es culpable de provocar el cáncer, al menos, promociona un producto que… Sí lo hace.

Heydi González Cabrera/ Tomado de Radio Rebelde