curiosas

Inventores geniales que la historia olvidó

¿Qué es el genio? La complicadísima noción que rige el pináculo de la sabiduría o el conocimiento humano –que nos da la medida de las posibilidades humanas– ha adoptado muchos rostros y maneras de medirse; tal vez, para reconocer el genio, podríamos pensar que tiene algo que ver con el tiempo: el genio es un individuo que se desmarca de la corriente de su tiempo y nos muestra un atisbo de futuro.

Todos conocemos a Edison, Newton o Einstein –pero hay hombres y mujeres que sin alcanzar los honores de la fama y el reconocimiento impulsaron el desarrollo de nuestra sociedad, aunque hayan muerto en la pobreza y el anonimato. Este pequeño recuento pretende ser un modesto reconocimiento.

Edwin H. Armstrong – Radio FM

Armstrong resolvió una manera de que los radioescuchas no se hartaran de la estática dominante en AM cuando desarrolló la primera red local de FM. El problema fue que por entonces el AM era la frecuencia dominante, por lo que Radio Corporation y AT&T trataron de hacer obsoleta la tecnología del inventor. Los competidores no pudieron hacer nada para frenar la ola del FM, pero el desgaste y la presión del pleito legal llegaron a Armstrong al suicidio en 1954.

John Walker – Cerillos

Por más extraño que parezca, el encendedor fue inventado primero que los cerillos. Walker, un químico, inventó los cerillos por accidente cuando una solución química adherida a una vara se encendió sola. Sus amigos lo urgieron a patentar su invención, pero a Walker le pareció algo “demasiado trivial”. Hoy en día en EU se utilizan más de 500 mil millones de cerillos cada año.

Alexey Pajitnov – Tetris

Pocos saben que el juego Tetris es un resabio de la guerra fría, y que su creación estuvo directamente financiada por el gobierno comunista. Pajitnov no comenzó a recolectar regalías por uno de los juegos más vendidos y jugados del mundo sino hasta 1996, cuando llegó a Estados Unidos.

Harvey Ball – La Carita Feliz (Smiley)

Sería difícil patentar una sonrisa, pero no el diseño del icónico rostro amarillo que Ball diseñó para una agencia de publicidad en 1963. En la década posterior se vendieron más de 50 millones de pins con su diseño; sin embargo, el encargo original le reportó una escueta ganancia de $45 USD.

Geoffrey Dummer – Microchip

El ingeniero británico presentó el primer diseño de un microchip en una conferencia en 1952, pero nadie se mostró muy entusiasmado. Seis años después, la empresa Texas Instruments patentó la idea.

Rosalind Franklin – ADN

No, Franklin no “inventó” el ADN, los bloques de Lego de la vida, pero sí fue la primera en captar una imagen fotográfica del ácido desoxirribonucléico. Esta imagen fue crucial para que Watson y Crick desarrollaran su tesis y eventualmente ganaran el premio Nobel, apenas mencionando a Rosalind en una de las notas a pie de página de su famoso artículo en Science. La biofísica tiene el infame mote de “la dama negra del ADN” entre la comunidad científica.

Richard Pearse – Aeroplano

Al parecer los hermanos Wright no inventaron el primer aeroplano funcional, sino Richard Pearse, un granjero neozelandés. Unos meses antes que el Kitty Hawk de los Wright volara 40 yardas, Pearse logró desprenderse del suelo durante 350 yardas. Otro fuerte contendiente en la invención del aeroplano es el ingeniero Gustave Whitehead, un alemán que vivía en Connecticut y pudo haber volado 1.5 millas, dos años antes que los Wright.

Daisuke Inoue – Karaoke

Inoue era el baterista de una banda que permitía a los miembros de su audiencia cantar durante sus presentaciones. El baterista creó un dispositivo para que la gente pudiera cantar sobre una pista sonora, pero no pudo patentarla (técnicamente no había ningún procedimiento técnico que fuera desconocido o nuevo o innovador), así que nunca hizo un yen con su invento. Algo curioso es que karaoke significa “orquesta vacía”.

(Cubadebate, con información de Pijamasurf)