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Continúan tensiones entre Estados Unidos y Rusia por caso Snowden

Continúan tensiones entre Estados Unidos y Rusia por caso SnowdenWashington, 7 ago.- El refugio concedido por Moscú a Edward Snowden dominará la agenda del encuentro entre los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos, John Kerry y Chuck Hagel, con sus pares rusos, Serguei Lavrov y Serguei Choigu.

"Hemos hablado en muchas ocasiones sobre el señor Snowden, y prevemos volverlo a hacer. Seguimos presionándoles al respecto", informó a la prensa la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Paski, tras explicar que la reunión, denominada 2+2, será el viernes en la sede de su despacho.

Estados Unidos manifestó decepción con Rusia el día primero y amenazó con "evaluar" las relaciones bilaterales por la concesión de asilo temporal al joven, acusado de traidor por divulgar un programa secreto de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

La Casa Blanca incluso dijo que está "reevaluando la utilidad" de la reunión programada entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo ruso Vladimir Putin, para septiembre próximo en Moscú.

Snowden informó en junio pasado a reporteros estadounidenses y británicos sobre programas intrusivos de la NSA para espiar los registros telefónicos, audios, vídeos, fotografías, correos electrónicos, documentos y conexiones online de millones de usuarios, gobiernos y empresas extranjeras.

Desde entonces, Estados Unidos lo persigue, le canceló el pasaporte y lo acusó de espionaje, robo de comunicaciones confidenciales y propiedades del Gobierno, por lo cual podría enfrentar una sentencia máxima de 10 años en prisión.

La cita de alto nivel entre Washington y Moscú también incluirá otros temas controvertidos como la crisis en torno a Siria, el nuevo tratado de desarme nuclear START, la cooperación con Afganistán tras el repliegue militar en 2014 y el programa nuclear de Irán.

Estados Unidos -junto a Israel y las potencias europeas- han aprobado varios paquetes de sanciones contra Teherán porque la acusan de querer fabricar una bomba atómica, hecho desmentido por la República Islámica y analistas estadounidenses en varias ocasiones.

Las autoridades iraníes aseguran que se trata de un proyecto con fines pacíficos, pero Washington le atribuye connotaciones bélicas.

La Casa Blanca condicionó el domingo pasado su disposición de trabajar con la República Islámica a que su nuevo presidente, Hassan Rohani, cumpla con la exigencia de abandonar el programa nuclear. (PL)