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Festival a favor de las tortugas marinas en comunidad cubana

Pinar del Río, Cuba, 28 mar. -Pescadores, científicos cubanos y habitantes de La Coloma organizan el segundo festival dedicado a la protección de las tortugas marinas en esa comunidad ribereña de Pinar del Río, próxima a los sitios de anidación de esos reptiles.

Un desfile de disfraces, protagonizado por decenas de niños, abrirá la festividad surgida para contribuir a la conservación de esos antiguos habitantes de los océano, actualmente en peligro de extinción.

Muestras de dibujo, competencias de repentistas y tertulias ecológicas animarán la celebración, que propone una mirada a las amenazas a las que están expuestas esas criaturas y el modo de protegerlas, declararon a Prensa Latina especialistas de la Estación Biológica ubicada en La Coloma.

Tres especies de tortugas marinas -verde, carey y caguama- hacen sus nidos en los cercanos Cayos de San Felipe, situados en el suroeste del archipiélago cubano.

Los especialistas de la zona vigilan la llegada de los quelonios y realizan pesquisas en las dunas para contar las nidadas, determinar la especie a la que pertenecen, así como los huevos eclosionados, entre otros parámetros.

Paralelamente intensifican las labores de educación ambiental con los pobladores de los asentamientos circundantes.

Jardines de la Reina, el Parque Nacional Cayos de San Felipe, Cayo Largo del Sur, la península de Guanahacabibes e Isla de la Juventud son los principales lugares a donde viajan las tortugas marinas para dejar descendencia durante la temporada de desove, que se extiende de mayo a septiembre.

El festival dedicado a esos quelonios se realizó por primera vez en Cuba el pasado año y en esta oportunidad se prevé también la asistencia de expertos del Fondo Mundial para la Naturaleza, entre otros estudiosos.

La provincia de Pinar del Río es pionera, además, en un proyecto universitario para el monitoreo e investigación de esos animales, llamados antiguamente pescados con escudos.

Las playas de Guanahacabibes funcionan como laboratorios a cielo abierto, donde brigadas de voluntarios los cuidan y observan hasta la salida de los recién nacidos.

Cada uno de ellos emprende en solitario su primer viaje por el océano, donde suelen ser víctimas de diversos depredadores. (PL)