Defiende Sri Lanka sus avances en derechos humanos y reconciliación

Colombo, 13 mar. -El enviado especial de Sri Lanka a la 22 sesión del Consejo de Derechos Humanos (CDH), Mahinda Samarasinghe, aseguró hoy que su gobierno ha hecho bastante por atender las observaciones de la comunidad internacional en ese terreno.

Samarasinghe denunció además que mientras la isla se ha sometido voluntariamente a un examen en dicha materia, algunos Estados que la acusan en Ginebra creen inaplicables para ellos los compromisos internacionales a ese tenor.

Estamos abiertos a un escrutinio por ser suscriptores de los dos principales instrumentos de la carta internacional de derechos humanos y de otros cinco tratados fundamentales, apuntó.

Pero algunos países que señalan con el dedo a Sri Lanka -acusó- se creen por encima del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y ni siquiera han ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Nos quieren juzgar con raseros que no consideran válidos para ellos, recalcó.

El pasado viernes la delegación de Estados Unidos al CDH presentó el proyecto de resolución "Promoción de la reconciliación y la rendición de cuentas en Sri Lanka".

La moción, a la que ya anticiparon su apoyo varias naciones occidentales, se someterá a votación el próximo 21 y se funda en el supuesto de que el ejército srilankés cometió excesos contra la población civil durante la última etapa de la guerra al movimiento separatista Tigres de Liberación del Eelam-Tamil.

El documento también se funda en la pretendida violación de los derechos de la comunidad tamil, minoritaria respecto a la autóctona, la cingalesa.

Reconocemos la universalidad de los derechos humanos -señaló Samarasinghe-, pero nuestra principal motivación es la creación de condiciones de normalidad para todos los que se han visto afectados una guerra de 30 años.

El lunes, también el ministro del Gabinete, Lakshman Yapa Abeywardena, impugnó los dobles raseros de Occidente y en particular de Estados Unidos, al que acusó de asesinar y cometer abusos contra la población civil afgana y, al mismo tiempo y sin fundamento, atribuye a Sri Lanka crímenes similares.

Según la visión de Washington, el gobierno de la isla no ha avanzado lo suficiente en el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de Reconciliación y Lecciones Aprendidas (CRLA), creada en agosto del 2010 por iniciativa del propio presidente Mahinda Rajapaksa.

Ese ente concluyó que el ejército no mató civiles deliberadamente durante la guerra al secesionismo, aunque recomendó investigar algunos abusos aislados y conceder mayores poderes a la etnia tamil en las regiones donde es mayoritaria.

Llamó además a una solución dialogada de los conflictos posbélicos e instó al gobierno a convocar "un serio y estructurado diálogo" con todos los partidos políticos, en particular con los que representan a los tamiles y otras minorías.

Colombo sostiene haber cubierto más del 90 por ciento de las recomendaciones de la CRLA, pide tiempo adicional para cumplirlas -la guerra concluyó hace menos de cuatro años- y recalca que injerencias externas solo conseguirán atizar el conflicto. (PL)