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¿Se acabó el mundo?, ¿otro mejor vendrá?

¿Se acabó el mundo?, ¿otro mejor vendrá?La Habana, 22 dic. – Aunque algunos crédulos esperaban estar hoy en el más allá, la realidad prueba que los mayas argumentaban un reinicio y no el fin del mundo que conocemos y amamos, siempre a partir de un reencuentro.

Bajo esa inevitable realidad, quien lea este despacho confirma que el planeta Tierra no desapareció en el polvo universal, sino tiene ante sí el reto -también recomendado por los mayas- de un reinicio a partir de proteger el medio ambiente y considerar la tolerancia humana.

La verdadera interpretación maya apunta al espíritu, a la reconciliación de los terrícolas con su planeta, con la protección de la naturaleza y consigo mismo, condición de los cálculos mayas para el reinicio.

Entonces, ¿Cuál es el mundo que recomienza para los mayas y para el resto de los mortales?

El calendario Maya era un sistema complejo, integrado a su vez por varios calendarios con interacción entre sí; desde el punto de vista religioso regía toda la vida social. Ese calendario estipulaba los momentos de cosecha, la guerra, y la vida de los mayas.

Sus eruditos poseían amplios conocimientos matemáticos y de astronomía, que aun en la actualidad asombran a los más entendidos.

En esencia, los mayas empleaban tres calendarios que funcionaban a la par. Mencionan como el primero al calendario Tzolkin, sagrado, de 260 días, con 20 meses.

Le seguía el calendario civil nombrado Haab, de 365 días, con 18 meses de 20 días, más cinco días adicionales; y luego estaban los calendarios de cuenta larga, imprescindibles para fechas exactas y para sucesos a más largo plazo.

Este último calendario inicia desde el comienzo de la existencia humana que para los Mayas era el 11 de agosto de 3114 y para organizar mejor esa cuenta, el calendario se dividía en ciclos nombrados Baktun.

Nos ocupa entonces, el baktun 13, o por lo menos nos atañe desde 2009 cuando comenzó la atención sobre el fin del mundo.

Comentó a este periodista el presidente de la Cámara de Turismo de Honduras, Epaminondas Marinakys, que las sombras ayudaban a los mayas.

Las sombras que les permitían hacer sus mediciones con la mayor exactitud posible, a partir de determinados puntos y esquelas. Por tanto, la "afirmación" alude al 21 de diciembre de 2012 porque acaba el baktun 13.

Este tipo de alusión se apoya en el Monumento 6, una columna de piedra en el sitio arqueológico Tortuguero en Tabasco, México, pero contraproducentemente no se encuentra completo, y por tanto la interpretación de los expertos siempre es fragmentada.

Sin embargo, los estudiosos examinaron una y otra vez durante los más recientes años lo que queda de esa pieza y una de las interpretaciones causó el revuelo.

Un estudio de Stephen Houston de la Universidad de Brown y David Stuart de la Universidad de Texas en Austin, en 1996, llevó al origen de los temores.

Como resultados parciales, una de esas piezas podía decir que al final del baktun 13 un dios bajaría del cielo, ello se correspondió con el 21 de diciembre, a la sazón solsticio de invierno. Ese estudio fue captado por muchas personas y tendencias hasta magnificarlo.

Sin embargo, otras fuentes consideraron que no se trataba del fin del mundo, pues los mayas pensaban en el tiempo como un concepto cíclico, cuando los eventos se repetían a través del tiempo, de ahí el reinicio. Son siete profecías y la primera señala da muchas luces para el futuro.

"El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo, en este día la humanidad tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo." (PL)