Pugna entre el presidente egipcio y opositores en punto candente

El Cairo, 10 dic .- Alejados por un abismo, el presidente egipcio, Mohamed Morsi, y sus opositores se preparan hoy para otra prueba de fuerza en la crisis que envuelve a este país hace más de dos semanas sin que aparezca un antídoto.

La renuncia del mandatario este fin de semana a los poderes excepcionales que asumió el pasado 22 de noviembre ha sido insuficiente para serenar a los partidos coaligados en el Frente de Salvación Nacional (FSN), que convocaron a nuevas manifestaciones mañana para mantener la presión.

Anoche los miembros del FSN dejaron en claro que rehusan la conciliación hasta tanto se suspenda el referendo constitucional y llamaron a continuar mañana las protestas.

De su lado, la Hermandad Musulmana (HM, islamistas) y otras agrupaciones afines convocaron a demostrar su apoyo al mandatario ese mismo día, lo que crea condiciones para un choque similar al ocurrido el miércoles pasado cerca del Palacio Presidencial, en el cual murieron siete personas, según recuentos.

Uno de los heridos graves en esas batallas callejeras murió anoche, acorde con reportes, que identificaron a la víctima como un hombre de 41 años, partidario de los opositores.

La renuncia del presidente Morsi a sus facultades omnímodas se quedó a medio camino de las reivindicaciones de sus detractores, que asimismo exigen la suspensión del referendo constitucional, programado para el próximo sábado 15.

El conflicto sobre el proyecto de carta magna se ha gestado durante semanas durante las cuales los asambleístas laicos han denunciado que sus homólogos islamistas, más numerosos, imponen enunciados que vulneran los derechos de las minorías confesionales, las mujeres y los niños y buscan la hegemonía política.

Varios constituyentes abandonaron la asamblea y otros dejaron de asistir a las sesiones en señal de protesta, pero el órgano reunió quorum, aprobó el texto en una sesión maratónica de 16 horas y lo presentó al mandatario, que lo refrendó y convocó a la consulta popular, provocando la ira de partidos seculares y de la izquierda.

En el marco de esa pugna, los opositores han tomado la céntrica Plaza Tahrir, donde llevan 17 días en una vigilia, y han convocado protestas en ciudades del interior, donde se han registrado choques con miembros de la HM, que apoyan al presidente.

El sábado el mando del Ejército, del que Morsi es el Comandante en Jefe, emitió un comunicado instando a las partes al diálogo político, pero la exhortación cayó en saco roto.

Las horas que median hasta mañana pueden ser decisivas en el camino que tomen los acontecimientos y la interrogante es si alguna de las fuerzas en pugna adoptará una medida que contribuya a distender la situación o, por el contrario, marchará a una probable confrontación.(PL)