Cultura

Valora Alicia Alonso acogida de autoridades y público italianos

La Habana, 15 sep. – La prima ballerina assoluta Alicia Alonso dijo estar emocionada y conmovida por el homenaje y la especial acogida de los italianos, según declaraciones a la prensa cubana realizadas a su llegada al aeropuerto capitalino José Martí.

El Premio Positano de la Danza Leonide Massine por la trayectoria artística y la Medalla de Oro de la capital italiana, fueron conferidos a la directora del Ballet Nacional de Cuba, el 8 de septiembre último, por un panel compuesto por especialistas de importantes medios de prensa del mundo.

El galardón lo confirió por unanimidad el jurado presidido por el crítico italiano Alfio Agostani e integrado, además, por Anna Kisselgoff (New York Times), Roger Salas (El País), Leonetta Bentivoglio (La Reppublica), Clement Crisp (Financial Times), Valeria Crippa (Corriere della Sera), Jean Pierre Pastori (La Tribune de Genÿve) y René Sirvin (Le Figaro).

Pedro Simón, director de la revista Cuba en el Ballet, quien acompañó a la bailarina en su viaje, especificó que los dos premios completan el ciclo de relaciones entre la artista y el país europeo, donde en varias ocasiones actuó en distintos escenarios como el Teatro La Scala de Milán y la �"pera de Roma.

La legendaria intérprete cubana de 91 años recibió la Medalla de Oro de manos de Federico Mollicone, presidente de la Comisión de Cultura de la llamada Ciudad Eterna, además de recibir una litografía autografiada de la autoría de Franco Zefirelli, como parte del Premio Positano, uno de los más prestigiosos del mundo.

También fue premiado con el Leonide Massine el español Sergio Bernal, como Bailarín emergente en la escena internacional, quien anunció su asistencia al venidero Festival Internacional de Ballet de La Habana, que preside Alicia Alonso.

Entre los otros premiados estuvieron la ucraniana Uliana Lopatkina, considerada hoy la mejor bailarina clásica del planeta; el alemán Friedemann Vogel; el italiano Alessio Rezza; el francés Julián Favreau y la japonesa Rihoko Sato.

El galardón a una compañía de autor recayó en el estadounidense William Forsythe, y el premio especial a la formación de la danza fue a manos de la otrora gran bailarina, la romana Anna Razzi, directora de la Escuela de Ballet del Teatro San Carlo de Nápoles, la más antigua de Italia con dos siglos de creada.

El año anterior mereció el premio a la obra de la vida la italiana Elisabetta Terabust, quien dirigiera en diversas etapas los destinos de las compañías danzarias del Teatro alla Scala de Milán, el Teatro de la �"pera de Roma y el San Carlo de Nápoles.(PL)