Fieles a los principios del Moncada
El Asalto al Cuartel Moncada fue una de las acciones más heroicas del periodo revolucionario; la chispa que removió la necesidad de ser libres o mártires como anunciara años después Fidel Castro antes de zarpar de Tuxpan.
Fueron jóvenes entonces, los que llevaron adelante esta acción; con Fidel al frente, la historia les reivindicó como la Generación del Centenario. Tras el Moncada emergería la plataforma de lucha que marcó después el rumbo de la Revolución, el Programa del Moncada se hizo realidad tras el triunfo de enero de 1959, y 50 años después de aquella gesta, en el mismo escenario santiaguero, hoy Ciudad Escolar 26 de Julio, el Comandante en Jefe afirmaba: “El Programa del Moncada se cumplió y sobrecumplió, hace rato que vamos en pro de sueños mucho más elevados e inimaginables”.
Por sobre el bloqueo, Cuba se empinó; formó médicos no solo para el país sino también para el mundo; extendió su mano solidaria hacia otros pueblos que lo necesitaban; avanzó en las investigaciones y logros de la biotecnología, y rebasó el millón de graduados universitarios durante estos años de Revolución.
La Revolución creció, y esa propia fortaleza le permite ahora, de la mano de aquella Generación del Centenario, perfeccionarse, siendo fiel a los valores y principios por lo que siempre luchó. Con el ejemplo de Fidel y Raúl, y la experiencia de estos años, Cuba ha avanzado, en medio de un bloqueo feroz que se palpa cada día, y el país mira hacia el futuro con la aprobación de la política económica y social del Partido que nos llevará a ser más invulnerables.
Para lograr este ansiado propósito, están las generaciones de hoy, continuadoras del ejemplo de nuestros líderes históricos, y en la que se deposita la confianza para mantener la obra que tanto costó y es un ejemplo para el resto del mundo. Si los jóvenes fallan, la Revolución también fallará, dijo Fidel.
Desde nuestro nuevo Moncada, nos empinamos hoy los patriotas cubanos, conocedores de que nuestra propia Revolución es la que seamos capaces de hacer cada día, desde el cumplimiento del deber cotidiano, la disciplina y el orden; el aporte y ejemplo personales; desde la eficiencia en la producción y los servicios, y en el hacer bien lo que a cada uno corresponde.
Eso es lo que necesita la Patria. Hace 59 años los Moncadistas demostraron que sí se podían remover los cimientos del entonces orden social imperante; hoy nuestro Moncada es serle fiel a aquellos que dieron sus vidas y que, con su obra y entrega, nos llevaron hasta lo que somos.
Cumplir con ese legado y ser continuadores de una obra que pese a las ansias imperiales, es nuestro mejor homenaje a la efeméride. El compromiso es permanente.
(Tomado de Radio Rebelde)