¡Gloria a los buenos!
Nuestra delegación fue recibida en la madrugada de hoy con el reconocimiento y los honores que merece. Hablaron Esteban Lazo y Frederich Cepeda. Allí estaba Raúl, que los había abanderado en el Palacio de la Revolución.
Se les entregó copia de mi reflexión, publicada hoy en Granma y ya insertada en CubaDebate.
Hablé de la tecnología y disciplina introducidas en el béisbol por Japón, de los esfuerzos que realiza una nación con no menos de 10,4 veces la población de Cuba, donde además había que descontar a "los débiles de conciencia que se dejan sobornar por nuestros enemigos".
De los 73 que volaron a México y San Diego, dos pobres diablos no regresaron.
Uno editaba materiales de video sobre pelota en la Televisión Nacional Cubana. Daba lástima su lamento publicado en los cables. Suspiraba que lo único triste era que su querida madre y su adorada novia no viajaron con él. Se había ido desde el primer día que la delegación llegó a San Diego.
El otro escribía en Juventud Rebelde del mismo tema. Éste había salido varias veces, pero esperaba el Clásico para realizar su felonía. Estaba constantemente junto al equipo. Era baboso. Dos horas antes de la partida hacia el aeropuerto para regresar, desapareció.
¡Que sujetos simuladores y repugnantes los que incuba la ideología capitalista!
Esos casos sirven para resaltar el mérito de los atletas de nuestro digno equipo nacional, dispuestos a dar su vida por la Patria.
Claro que sujetos semejantes no pueden sembrar un grano de conciencia. ¡Cuánta tontería deben haber publicado sobre la pelota, que en lugar de orientar confunden!
Todos no son como Bobby Salamanca o Eddy Martin, que tan nobles testimonios dieron de nuestras grandes victorias deportivas.
¡Gloria a los que consagraron su vida a edificar el honor y el amor a la Patria!
¡Gloria a los buenos!
Fidel Castro Ruz
Marzo 20 de 2009
4 y 23 p.m.