Conducción subconsciente

Conducción subconscienteTe levantas por la mañana, enciendes el grifo del agua para ducharte, haces café, desayunas, te vistes, coges el coche, llegas a tu puesto de trabajo y, sin ser consciente, has realizado un montón de actividades de manera automática. Tu cerebro se pone en piloto automático para no volverte loco con los pequeños detalles.

Como explica Xabier Urra, neurólogo del Hospital Clínico de Barcelona, "si no hubiera percepción subconsciente no podríamos vivir, porque en la vida diaria tenemos una infinidad de estímulos y es imposible que focalicemos la atención sobre cada uno de ellos". El problema llega cuando realizamos de manera automática una acción que puede conllevar cierto peligro, como puede ser conducir un vehículo.

La conducción subconsciente es aquella que sucede cuando estamos muy habituados a un trayecto concreto o cuando cogemos el coche diariamente de modo que permite a nuestro cerebro trabajar con un número mínimo de procesos cognitivos. De este modo, podemos llevar a cabo otras actividades que requieran nuestra atención en ese momento. Por explicarlo de otra manera, nuestro órgano pensante tiene dos tipos de atención: la controlada y la automática, que funcionan paralelamente. Mientras que no podemos realizar dos acciones controladas de manera simultánea, sí que podemos llevar a cabo una de cada: una controlada y otra automática. Esto es, justo, lo que sucede cuando conducimos.

Precisamente Audi, a través de su departamento de Responsabilidad Social Corporativa, puso en marcha en el año 2000 el programa Attitudes cuyo objetivo es analizar cómo influye nuestra actitud al volante de cara a la conducción y la seguridad vial. Uno de los aspectos más importantes de estas actitudes es la conducción subconsciente.
Más normal de lo que creemos

Según el estudio llevado a cabo por Audi, el 75 por ciento de los conductores ha conducido de manera subconsciente en alguna ocasión a pesar de que el propio 77 por ciento de ellos lo considera un riesgo para la seguridad vial. Y es que, como explica Maite Garolera, neuropsicóloga del Hospital de Terrasa, "el problema no está en conducir automáticamente, sino en no poder pasar de la conducción automática a la conducción controlada cuando es necesario".

Gracias a un sistema especial de gafas los investigadores de Attitudes han llegado a la conclusión de que cuando se viaja en conducción subconsciente, movemos los ojos de otra manera. Como explica Iván del Muro, técnico de Eye Tracker Tobii, la tecnología que se usa para saber hacia dónde miramos, "cuando los conductores conducen en conducción subconsciente cambia su patrón de mirada" es lo que los técnicos llaman, "visión de radar". Básicamente se reducen los mecanismos de control (como mirar el cuentakilómetros) pero aumenta el área de visión y los movimientos de los ojos se producen de una manera menos organizada. En boca del director del equipo de investigación de Attitudes, Jordi Fernández, "es como si llevases puesto el piloto automático, como si pensases en otras cosas".

Y después del duro día de trabajo, vuelves a tu casa, cenas, ves la tele, lees un rato y te acuestas. Tú no eres consciente de todos los detalles que tu cerebro ha obviado, pero ha sido precisamente eso lo que te ha permitido que el día se haya desarrollado como lo ha hecho. Conducción de vuelta a casa incluida.

(Tomado de Muy Interesante)