El legado de Vilma
La revolución cubana es pródiga en figuras que dejaron grabado su quehacer en la memoria del pueblo. Y la mujer en especial, por lo que representa en su papel como combatiente, como revolucionaria, como formadora de guía de las generaciones noveles.
Este 18 de junio es una fecha de duelo y recordación, para Vilma Espín Guillois, una de las heroínas de la lucha emancipadora en los predios universitarios, en la clandestinidad, y de la Sierra Maestra, quien falleció un día como hoy, hace cinco años.
Vilma se incorporó tempranamente a los quehaceres revolucionarios, formó parte de aquella juventud irredenta que se enfrentó a las hordas dictatoriales de Fulgencio Batista, que mantenían la Patria sumida en la explotación y la miseria. De esa etapa se recuerdan su activa participación en las marchas estudiantiles, sus misiones en la dirección nacional del Movimiento 26 de julio, y luego como combatiente del Ejército Rebelde.
En su andar cotidiano por las tareas después del triunfo el Primero de Enero de 1959, Vilma se da por entero a cohesionar las organizaciones femeninas para consolidar el papel de la mujer en la construcción de la nueva sociedad, y es cuando el 23 de agosto de 1960 se funda la Federación de Mujeres Cubanas, organización de la cual asume la presidencia y a la que dedica por entero su esfuerzo, lleva adelante la formación de la conciencia social donde la mujer tiene papel protagónico, no solamente como ama de casa, sino también en su capacidad como ser social, como trabajadora, como formadora de la familia, de las nuevas generaciones, inculcando los mejores valores éticos y morales heredados por los próceres y de todo el legado cultural cubano.
Vilma fue el ejemplo de la mujer revolucionaria, dirigente trabajadora, compañera, madre, la inspiración de todas las integrantes de la gran organización que fundó, y que emancipó y elevó al lugar justo a las mujeres cubanas. Su labor se mantuvo hasta el último aliento, dejando un legado de voluntad, entereza, dignidad, compromiso, de lealtad, que aunque hoy su ausencia sea física, su presencia es constante entre las federadas cubanas, donde se perpetúa su imagen en el emblema de la organización, como homenaje imperecedero de las mujeres cubanas, y como recuerdo de todo el pueblo a esta heroína de la Patria. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)