Protesta de Baraguá: intransigencia revolucionaria cubana de altura

Protesta de Baraguá: intransigencia revolucionaria cubana de alturaLa Habana, 15 mar .- La posición del prócer cubano Antonio Maceo ante la propuesta de paz del español Arsenio Martínez Campos hace hoy 131 años durante el conflicto entre ambos países, guía los ideales de libertad de sus compatriotas.

El 15 de marzo de 1878, Maceo rechazó las condiciones que intentaban poner fin a la contienda iniciada casi diez años antes sin conseguir los objetivos principales: la independencia absoluta del colonialismo hispano y la abolición de la esclavitud.

Conocido como la Protesta de Baraguá, el hecho trasciende hasta nuestros días con una elevada dosis de intransigencia revolucionaria y la decisión de defender la soberanía de esta isla caribeña hasta las últimas consecuencias.

Más de un mes atrás del encuentro entre Maceo y Martínez Campos, el Comité del Centro (organización creada tras la desintegración de la Cámara de Representantes de la República de Cuba en Armas) había firmado el Pacto del Zanjón con el propósito de finalizar la Guerra de los Diez Años.

Sin embargo, los patriotas del oriente del país no aceptaron tal postura y se mantuvieron con la armas en la mano pues para ellos una década de cruentos combates no debía acabar con nefastos resultados para la causa cubana.

El historiador Oscar Loyola, profesor de la Universidad de La Habana, señala entre los factores que condujeron al Pacto del Zanjón la falta de una sólida dirección capaz de unir a todas las fuerzas partidarias de la independencia.

También apunta la pérdida de confianza en el triunfo de las armas revolucionarias como resultado de la confusión general creada en las filas insurrectas, y la ausencia de un programa político para enfrentar ideológicamente la ofensiva española.

En ese contexto, la figura de Maceo y sus seguidores levantaron las banderas de la lealtad al suelo patrio y la gestión pacificadora de Martínez Campos recibió un duro golpe.

Estudiosos del tema indican que la Protesta de Baraguá no representó la postura unipersonal del jefe mambí, sino el sentir de la tropa bajo su mando, que democráticamente se afilió a ella tras comprender la necesidad de unir esfuerzos comunes.

Subrayan que la posición de los cubanos adquirió mayor relevancia por tomar cuerpo en momentos en los cuales el enemigo dedicó numerosos recursos y hombres a pacificar la isla, entre ellos a Martínez Campos, uno de sus más eficientes generales.

La Verdad, periódico cubano de Nueva York, comentó en su edición del 6 de abril de 1878: "El héroe del día es Maceo, parece que está reservado a él volver a levantar a Cuba al pináculo de su gloria".

Precisamente tengo ahora ante mis ojos la Protesta de Baraguá, que es de lo más glorioso de nuestra historia, escribió el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, a Maceo en carta del 23 de mayo de 1893.

Quizás el mérito mayor de quienes protagonizaron este histórico suceso radica en el ejemplo que legaron a las venideras generaciones para fundar una nación cubana libre de yugos, sostuvieron a Prensa Latina varios estudiantes universitarios.

A nuestros enemigos le hemos repetido varias veces durante este medio siglo de Revolución que el futuro de Cuba será un eterno Baraguá, puntualizaron los jóvenes.(PL)