Complacida académica norteamericana por intercambio en Cuba
La Habana, 29 may .- Muy complacida por estar en Cuba se declaró Teresa Calderón de Thompson, profesora de Comunicación Social en Woodbury University, Los Ángeles, California, participando de un programa intercultural patrocinado por la Sociedad Cultural José Martí.
Calderón integra el primer grupo, de profesores y alumnos del centro estadounidense de altos estudios, que comenzó ese intercambio caracterizado por su integración multidisciplinaria, con jóvenes pertenecientes a varias facultades y carreras como Arquitectura, Cine, Diseño de Ropas, Negocios y Economía, entre otras.
Destaca que le gusta mucho esta experiencias tan abierta y sobretodo, la amabilidad de las personas con quienes se encuentra en La Habana, cómo se vive aquí la vida y el admirable arte musical que se escucha hasta en calles y otros lugares público, además de los excepcionales instrumentistas y compositores de que ha disfrutado.
Precisa que proyectos como este son instrumentos ideales para que pueblos de culturas y temperamentos diferentes se conozcan y comprendan mejor.
Marvin Alexander Huezo, estudiante de Arquitectura, considera superinteresante su permanencia en la capital cubana y tiene grandes expectativas con la visita a la Ciénaga de Zapata para conocer las experiencias de un proyecto de promoción cultural comunitaria entre jóvenes artistas y habitantes de esa localidad matancera.
Señaló que espera enriquecerse con las vivencias del colectivo Korimakao, que dirige el experimentado actor cubano Manuel Porto, con el añadido de poder recorrer Playa Larga y Playa Girón y visitar el histórico museo de este último lugar.
Elogió la posibilidad de conocer una cultura distinta a la suya, de entrar en contacto con la vida y obra de una personalidad tan fascinante y vigente como José Martí y de profesionales tan importantes como el fotógrafo Roberto Salas, quien los estimuló a captar imágenes sugerentes y muy personales de la capital cubana y montar una exposición en la Sociedad Cultural José Martí.
Nacido en El Salvador, el joven explica que a nivel académico la visita le resulta muy provechosa, puesto que como futuro arquitecto debe tener la mente muy abierta a todos los estímulos, a lo cual mucho contribuyeron sus excursiones por La Habana Vieja.
Manifestó que a ese nivel lo impresionaron la variedad de estilos arquitectónicos que conviven en la ciudad y sobre todo el toque caribeño de los colores vivos en fachadas, arcos de medio punto y vitrales, y los primorosos trabajos de forja de metales en barandas, guarda vecinos y rejas.
Otra de las cosas que dice llevarse en el corazón es el cambio arquitectónico drástico ocurrido después del triunfo de la Revolución, que le ha permitido tomar increíbles fotografías, como la de altos edificios de muchas unidades habitacionales al lado de una casa típica colonial. (AIN)