Etapa de desove de las tortugas en el poniente cubano

Pinar del Río, 5 may . – De mayo a septiembre, el desove de las tortugas marinas, acapara la atención en la pinareña península de Guanahacabibes, con logros en la preservación de cuatro de las ocho especies de esos quelonios existentes en el mundo.

Expertos de la reserva de la biosfera de ese occidental istmo cubano, significaron la valía de la vigilancia mancomunada y el establecimiento en la etapa de campamentos de monitoreo de esos ejemplares en peligro de extinción.
   
Máxime en el actual 2012, ya que como ocurre típicamente los años pares,  el ciclo de variación bienal incrementará  las puestas, indicaron.
  
Todos los sectores, señalaron, se alistan ante el pronóstico de que arriben en mayor número a anidar la caguama, el carey, la tortuga verde y el tinglado,  especies visibles en el litoral de la península, de unos 100 kilómetros de largo y un ancho oscilante entre los seis y 24.
  
De modo protagónico participan los cuerpos de guardabosques y  guardaparques, junto a los académicos del Parque Nacional radicado en ese enclave y voluntarios de las comunidades locales, en muestra del alto sentido de pertenencia del hombre en la protección del entorno, refirieron los especialistas.
  
Publicaciones locales citaron entre las medidas de aumento de la preservación, los recorridos nocturnos por los litorales arenosos y el patrullaje para evitar la depredación.   
   
Con tales acciones,  en los últimos años se ha sistematizado el cuidado estricto de esa especie, perseguida por el hombre en busca de su carne, piel caparazón y huevos, y también por peces y aves marinas, confirmaron las propias fuentes.
   
Esas experiencias se extienden a otras áreas protegidas cubanas, en tanto hace 12 años funciona el proyecto universitario de estudio y cuidado de las tortugas, dirigido por  la Universidad de La Habana.
   
Únicos animales que regresan a anidar en la playa donde nacen, esos quelonios  eclosionan de los huevos tras 55 días de puestos y a escala mundial son víctimas de tal depredación que sólo tres de cada mil nacidos vivos alcanzan la madurez.(AIN)