Habeas Corpus de Los Cinco: otras evidencias

Habeas Corpus de Los Cinco: otras evidenciasVíctimas de la paradoja de luchar contra el terrorismo y juzgados por impedir esas acciones contra su país, Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González, luego de un amañado y largo proceso judicial, aguardan por el resultado de su solicitud de Habeas Corpus. Evidencias no disponibles o desconocidas en el momento en que fueron juzgados, y violaciones de carácter constitucional, justifican la solicitud de Apelación Colateral –como también se le conoce-, de la que se han valido estos cinco cubanos  en EE.UU.

Ya se conoce del pago a periodistas por parte del gobierno estadounidense para crear una ola de odio y prejuicios en contra de ellos. Pero, otras irregularidades descubiertas constituyen, también, fundamento de las demandas presentadas.

Miguel Álvarez, asesor del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, y conocedor en detalles del ilegal proceso contra Los Cinco, accedió a conversar con la AIN sobre el tema.

Además del elemento común en la apelación de Los Cinco, ¿qué otros aspectos justifican esa petición?

En el caso de Ramón, por ejemplo, él tuvo un abogado -no es el que lo representa ahora- que cuando le tomaron declaraciones, todavía le llamaban por Luis Medina, seudónimo que usaba, y no lo alertó de que podía permanecer callado.

Por ese motivo, declaró, él tiene un cargo adicional de obstrucción de la justicia.

Ahora, puede ser que la jueza considere que su Habeas Corpus no tiene razón, pero encuentre que el cargo de obstrucción de la justicia no tipifica como tal.

Ello significaría, dijo, reducir cinco años de su condena y, entonces, en lugar de 30 años tendría 25, que no es la gran cosa, pero en buena lid son cinco años menos.

Los otros compañeros presentaron en su solicitud, también como argumentos, los hechos relacionados con la manipulación de las evidencias, y el hecho de que los abogados sólo tuvieron acceso al 20 por ciento de ellas.

Álvarez insistió en que hoy el caso de Gerardo es el que enfrenta la situación más compleja: tiene dos cadenas perpetuas, y una de ellas por el cargo de asesinato.

Su Habeas Corpus, señaló, se basa fundamentalmente en demostrar que con él se cometió una violación de carácter constitucional, pues tenía derecho a declarar a su favor en un juicio por separado y no lo pudo hacer.

A esto se suma, añadió, la defensa ineficaz del que fuera su representante, que al equivocar la estrategia de defensa, no se dedicó a demostrar que Gerardo nada tuvo que ver con el derribo de las avionetas, el 24 de febrero de 1996, hecho por el que se le acusa del cargo de conspirar para cometer asesinato.

Y en el caso de René González, ¿tiene validez su petición de Habeas Corpus, toda vez que ya se encuentra fuera de prisión?

La solicitud de Habeas Corpus de René está en rigor, precisó Álvarez. Sigue vigente en términos legales, él la entregó y la jueza tiene que pronunciarse. 
  
Además, dijo, de extenderse este proceso, es casi seguro que René cumplirá la totalidad de la condena, al margen de lo que ocurra con su Apelación Colateral.

Lo cual no tiene sentido, porque lo que se busca con la libertad supervisada es que el ex reo se reintegre a la sociedad, y René no tiene ningún interés de hacerlo allá, él quiere reinsertarse en Cuba, donde están su familia, sus amigos, su trabajo, donde está su patria.

Entonces, no tiene lógica hacerlo cumplir una castigo en un país donde él no se va a quedar cuando termine la sanción.

Y como en términos estrictamente jurídicos, él sigue bajo custodia del gobierno estadounidense, tiene un oficial probatorio que lo supervisa y le dice qué tiene que hacer, su Habeas Corpus es válido.

Sobre las Apelaciones Colaterales de Ramón y Fernando, se conoce que el pasado seis de diciembre el gobierno de EE.UU. solicitó a la Corte del Distrito Sur de la Florida que las rechace.

Responde así la Fiscalía a las reclamaciones presentadas por los abogados de estos compañeros. Corresponde ahora a la defensa presentar su réplica, lo cual deberá producirse a inicios del próximo año.    

La jueza Joan Lenard, adelantó Álvarez, debe tomar una decisión. No sabemos si lo hará caso por caso, o si va a esperar a que terminen todas las apelaciones y, entonces, pronunciarse de conjunto.

De fallar en contra, iniciarían el mismo camino: apelarían esa decisión al Onceno Circuito de Atlanta, y así hasta el Tribunal Supremo, donde –alertó- sólo aceptan el dos o tres por ciento de los casos que le llegan.

Pensamos, dijo Álvarez, que como el caso, desde el punto de vista técnico, ahora es mucho más sólido y fuerte, ello pueda traer como consecuencia que la Corte decida tomarlo.

La idea es no renunciar a ninguna posibilidad legal que ofrezca el sistema judicial estadounidense, para lograr que con Los Cinco, por fin, se haga justicia. (Por Ana Ibis Galán, AIN)