Santacruceños a la vanguardia en la batalla económica

 
Masalberto Mariño Álvarez  

Desde su puesto de venta en Santa Cruz del Sur, un pequeño agricultor exhibe diferentes productos, que gozan de excelente salud y buena aceptación del pueblo. Masalberto Mariño Álvarez sabe de los objetivos trazados en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista de Cuba (PCC), para ganar la batalla económica, “pero tiene que ser entre todos. No puede haber parásitos en esta Revolución, todos deben aportar en la medida de sus posibilidades a las tareas del país.

La alimentación es asunto de seguridad nacional, como lo dijo Raúl, entonces tenemos que producir más comida, y vender los productos a un precio moderado. El trabajo nos honra, nos distingue. Ser honrado es la mayor virtud”.

 
  Luis Alberto Soto Peña

Luis Alberto Soto Peña, atiende un punto de venta de refrescos, perteneciente a la Empresa Pecuaria Jesús Suárez Gayol. El discurso de Raúl “lo vi por la televisión y lo leí en la prensa. El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros ha dejado las cosas bien claras, y le hizo un llamado a todo el pueblo, y a los dirigentes, fundamentalmente, desde el nivel de base, hasta la instancia central, para combatir sin tregua los errores económicos, el derroche, la no utilización adecuada de los recursos del Estado. Raúl hizo un llamamiento a la reflexión para trabajar con ahínco y redoblar los esfuerzos”.

 
Aleida Carrero Vasconcelos  

“Necesitamos construir una sociedad armónica, justa y equitativa”, indicó Aleida Carrero Vasconcelos, trabajadora en una tienda recaudadora de divisas. “Hay que ganar en la calidad de cada producto. La batalla ha comenzado, cada cual desde su puesto de trabajo. Vivimos orgullosos de la sociedad que hemos construido, por lo tanto dar un poco más no cuesta trabajo, porque lo que sí no puede suceder ni sucederá jamás es que nos autodestruyamos debido a nuestras propias fallas. Es compromiso patriótico servirle mejor a la Revolución”.

 
  Hilda García Ballester

Hilda García Ballester, es la secretaria de una sección sindical en un centro comercial, manifiesta su opinión desde un punto de vista objetivo: “Que se cumplan las leyes como está establecido. Hay que ser implacables contra lo mal hecho, con lo que denigra el socialismo. Los delitos y la corrupción no tienen cabida en Cuba. Nadie tiene derecho a lucrar con lo que es del Estado. Los infractores deben ser castigados. Los que hacen esas cosas no sienten nada por esta Revolución por la que tanta sangre se ha derramado”.

“La tarea a realizar no es sólo de la juventud, también de los que tenemos más edad”-significó Domingo Bejerano Márquez, jubilado del sector de la construcción. “Todavía tengo fuerzas y voluntad de sobra para ayudar a la Revolución en todo lo que esté a mi alcance. La lucha se va a redoblar contra la corrupción, los simuladores y los oportunistas. Ningún sistema puede permitir desvíos de recursos. Ya la vigilancia está montada, y el que intente seguir tomando el camino errado tendrá que responder ante la justicia”.

 
Juan Pérez Vargas  

Juan Pérez Vargas detiene el llamativo triciclo. Como cuentapropista siempre está dispuesto a ofrecer servicio de transportación a las personas que lo requieran. “Desde este puesto ayudo: ¿de qué forma? pues siendo gentil y cobrando lo correcto, pues no todos los que montan aquí tienen el mismo poder adquisitivo”.

“Yo no me perdí el discurso de Raúl por nada del mundo: él no está pidiendo nada que no sea posible. Cada cubano tiene que ponerse en función de hacer cada día mejor su labor, proteger la propiedad estatal, respetar la Constitución y formar con buenos valores a los hijos, nietos, sobrinos y demás familiares. A la Patria se le aporta no se le quita, si queremos vencer esta batalla económica”, dijo.

(Con información del sitio digital del Joven Club de Computación y Electrónica de Santa Cruz del Sur).