Cuba, los orígenes de su flora y fauna (I)

Cuando son observados con detenimiento los campos, montañas, playas o un cayuelo aparecen ante la vista hongos, algas, plantas y animales peculiares, pero también puede surgir la pregunta de dónde salen e, incluso, por qué Cuba carece de tigres y elefantes.

La respuesta apunta a que los organismos propios de cada continente, isla, zona marina o terrestre están ahí, gracias a su capacidad de emigrar, de colonizar y de evolucionar.

Es sabido que han sido introducidas numerosas especies exóticas de animales  y plantas en la Isla.

Por sus características, en el caso de la flora y fauna cubanas, hay que aprender a distinguir entre las especies indígenas y las endémicas.      

Las primeras son las que habitan en el país y llegaron por medios naturales, procedentes de otros territorios insulares o continentales.

A su vez, las segundas son las que viven solo en la Isla, aunque pueden ser propias de las Antillas Mayores, del Caribe u otras regiones.

Los animales indígenas de Cuba en el pasado no eran los mismos que en la actualidad por el hecho de que muchos se extinguieron, debido a los cambios geográficos, sucesivas colonizaciones de estas tierras, evolución y desaparición.
 
Lo cierto resulta que los ancestros de la biota vinieron de las Antillas Mayores, Islas Caimán, Bahamas, Centroamérica, América del Norte y del Sur.

Por ejemplo, las jutías, iguanas, jicoteas, insectos y plantas tienen sus parientes más cercanos en América del Sur y Central.

Sin embargo, hay algunas arañas y plantas que poseen vínculos con las africanas, tanto de tierra firme como de Madagascar.

Las islas del Caribe son más jóvenes que los continentes cercanos y, en general, que los existentes antes que la mayoría de ellas.

A la sazón, es obvio que aparecieron en algún momento de su historia y estaban despobladas, y que a partir de cierto instante comenzaron a ser colonizadas por organismos.

De modo, que así empieza un proceso de adaptación a las nuevas condiciones de vida, que puede desencadenar la evolución de la especie precursora.  

Un ejemplo elocuente es el cocodrilo cubano, cuyos restos fósiles los encontraron en las Islas Caimán y en las Bahamas, donde se extinguió hace algunos siglos.

Entretanto, fósiles del almiquí aparecieron en cavernas por toda la Isla, pero sus últimos representantes habitan solo en las montañas del oriente cubano.

En tiempos inmemoriales, tanto en Cuba como en La Española, hubo varios tipos  de perezosos, insectívoros, monos y aves que quedaron en el camino, lo cual provocó que la fauna actual sea mucho más pobre en diversidad que hace cinco mil años.  (Por Lino Luben Pérez, AIN)