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Aprueba conferencia de Durban extender vida del Protocolo de Kioto

Aprueba conferencia de Durban extender vida del Protocolo de KiotoDurban, Suráfrica, 11 dic .- La XVII conferencia ambiental de Naciones Unidas sobre cambio climático concluyó esta madrugada, con un paquete de acciones, entre ellas el segundo período del Protocolo de Kioto.

La prorroga fue suscrita junto al establecimiento de una hoja de ruta para otro instrumento jurídicamente vinculante en 2015, con metas de mitigación cuantificadas, y que a diferencia del pacto de Kioto, no solo incluya a países desarrollados.

El objetivo es que dicho compromiso, cuya naturaleza jurídica está sujeta a discusión, entre en vigor para el año 2020, según condicionamientos de la Unión Europea.

Luego de dos intensas semanas de negociaciones que debían finalizar el viernes y terminaron este domingo, el foro acogió una polémica enmienda que pondrá en vigor el segundo capítulo de Kioto el 1 de enero de 2013.

El documento adoptado como decisión generó candentes debates ya que no incluye una enmienda al Anexo B del Protocolo con nuevas metas de mitigación de los gases de efecto invernadero bien precisas para los países industrializados, máximo reclamo de las naciones subdesarrolladas en esta cita.

Las cifras aparecen reflejadas como "pledges" (promesas), pero no en forma de obligaciones cuantificadas del Protocolo, el único instrumento vinculante que tiene la comunidad internacional para fiscalizar el control de las metas de emisiones.

A pesar de esas limitaciones, prevaleció la decisión política de salvar el proceso negociador en el marco multilateral de Naciones Unidas, que se ha visto amenazado desde la conferencia de Copenhague en 2009.

El Protocolo de Kioto fue suscrito en 1997, ratificado por 156 países y luego rechazado por dos de los principales contaminantes del mundo, Estados Unidos y Australia.

En esencia establece el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en una media del 5,2 por ciento con respecto a los niveles de 1990, aunque en su Anexo B precisa metas enumeradas de mitigación por cada país, que expiran en 2012.

Las negociaciones sobre el segundo período de compromisos tropezaron ya no solo con la tradicional negativa de Washington, sino además con la decisión de Canadá, Ja pón y Rusia a no sumarse a un nuevo capítulo.

No obstante, a partir de lo negociado aquí, durante el venidero año se tendrá que seguir discutiendo sobre las fuentes de financiamiento de ese instrumento, que no están bien precisadas en el proyecto.

Es de esperar que en un inicio solo se produzcan pequeñas contribuciones voluntarias de naciones ricas de Europa, quizás países nórdicos, las cuales permitirán que el Fondo se constituya con una sede, a la cual aspiran, entre otras naciones, México, Suiza y Singapur.

No obstante, el dinero estará en el Banco Mundial, que a tono con los acuerdos de Cancún será la entidad de fideicomiso a cargo de esos recursos financieros, dinámica que no ha sido del agrado de varios países subdesarrollados, pero que a toda luz resulta inamovible.

Según la metodología pactada, una vez puesto en marcha el Fondo, se pediría a los grupos de trabajo propuestas para la junta que lo dirigirá, la cual sería constituida alrededor de marzo venidero y por ende no se reuniría hasta abril.

Dicha junta propondría la sede del Fondo, de manera que el mecanismo no tendrá casa hasta mediados de año.

En cuanto al financiamiento, se contempla un programa de trabajo para comenzar a explorar las fuentes, alrededor de las cuales hay opiniones divergentes.

Los países industrializados se resisten a que las fuentes principales sean públicas, y apuestan al sector privado, pero este último también se niega a llevar el peso fundamental, que implicaría gravámenes para la recuperación de los recursos.

Las naciones subdesarrolladas prefieren la garantía de fondos públicos y sistemáticos.

La realidad es que durante un año más será necesario discutir estos temas para que exista cierta claridad en los orígenes del dinero.

Los delegados adoptaron también la decisión de poner en marcha el Comité de Adaptación y el de Tecnología, así como otro de finanzas, implementados por el Grupo de Cooperación a Largo Plazo de la Convención, a partir de los acuerdos de Cancún y del Plan de Acción trazado en Bali, Indonesia.

La XVII conferencia atravesó por momentos muy difíciles en este fin de semana de definiciones, cuando se vio sometida a una carrera contra reloj ante la posibilidad de que los delegados comenzaran a emprender la retirada por la salida de los vuelos hacia sus países y peligrara el quorum.

El próximo foro ambiental de este tipo tendrá por sede a Catar en 2011, escenario que debe dejar mucho mejor definidos los detalles para la entrada en vigor del segundo capítulo de Kioto.(PL)