Fondo climático y pacto de Kioto acaparan atención en Durban

Durban, Sudáfrica, 30 nov.- Debates a puerta cerrada sobre el controversial Fondo Verde del Clima y pláticas acerca del segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto sobresalen hoy en la agenda de la XVII conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático. La problemática financiera saldrá a flote aquí en el informe que debe presentar el Comité Transicional, formado luego del XVI foro ambiental de la ONU, celebrado hace un año en Cancún, México.

El fondo debe administrar los recursos que los países desarrollados se comprometieron a entregar a las naciones subdesarrolladas para acciones de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y trabajos de adaptación contra las secuelas del cambio climático.

La promesa de los países ricos en realidad data de la XV cumbre del clima en Copenhague, cuando propusieron movilizar 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2020, con una mezcla de recursos financieros provenientes de entidades privadas y públicas.

En reuniones del Comité de Transición previas a la cita de Durban emergieron claras diferencias entre los dos bloques que componen el mecanismo, 25 países en desarrollo y 15 naciones desarrolladas.

Por los países en desarrollo, la junta incluye, entre otros, representantes de los pequeños estados insulares y países menos adelantados.

La conferencia de Cancún estableció que el Banco Mundial actuará como órgano de fideicomiso interino, sujeto a revisión tres años después de que sea operacional la reserva financiera.

La última propuesta para poner en marcha el Fondo data de octubre último, y en ella permanecían con vida desavenencias en torno a la estructura y funciones del instrumento financiero.

La víspera, en la plenaria del Grupo de Cooperación a Largo Plazo, Nicaragua, en nombre de los ocho países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, señaló que el Fondo Verde del Clima no debe convertirse en un "canasto vacío" de promesas falsas, y pidió a las naciones desarrolladas que contribuyan con el 1,5 por ciento de su Producto Interno Bruto.

En los pasillos del Centro Internacional de Convenciones, donde tiene lugar la conferencia, circularon rumores de que el informe que presentará el Comité Transicional podría ser reabierto a modificaciones, dinámica que de ser cierta dilataría mucho más la puesta en marcha del fondo.

Algunos delegados apuestan a que la completa revisión del texto será en enero próximo.

En general, las sumas prometidas en Copenhague y retomadas en Cancún resultan insuficientes frente a las necesidades reales de los países subdesarrollados en materia de mitigación y adaptación al cambio climático.

Estudios del propio Banco Mundial y otras instituciones indican que las cifras deberían ser mucho mayores, ya que para adaptarse al cambio climático y mitigar en los países en desarrollo harían falta números en el orden de los 300 mil millones de dólares o los 400 mil millones.

Fuentes diplomáticas contrastan los 100 mil millones de dólares prometidos a partir de 2020 con los más de 10 millones de millones de dólares que los gobiernos de las naciones desarrolladas destinaron a salvar las instituciones financieras afectadas por la crisis económica en los últimos años.

En relación con el Protocolo de Kioto, la conferencia de las partes evaluará varios proyectos de enmienda, entre ellos uno de Kazakhastan acerca del anexo B del documento, el cual establece los compromisos cuantificados de reducción de las emisiones por países.

Y es precisamente el segundo período de compromisos del documento de Kioto el tema más polémica en esta cita de Durban, ya que el primer capítulo del protocolo expira el venidero año.

El documento fue suscrito en 1997, ratificado por 156 gobiernos y, finalmente, rechazado Estados Unidos y Australia.

Establece el objetivo global de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en una media del 5,2 por ciento con respecto a los niveles de 1990 para el año 2012, pero incluye metas específicas por naciones.

Este lunes, el ministro de Medio Ambiente de Canadá, Peter Kent, confirmó que su país se apartará del Protocolo, incluso calificó de error la postura del Gobierno que suscribió el pacto, noticia que cayó como balde de agua fría en la cita de Durban.

Conscientes de lo complicado que se torna este escenario para llevar a efecto un segundo período de compromisos, algunos delegados aspiran a que, al menos, se logre dejar establecida una hoja de ruta para ese nuevo capítulo.  (PL)