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Tony Guerrero: Una lección de vida

Tony Guerrero: Una lección de vidaLa Habana, 16 oct .- Antonio Guerrero, quien hoy arriba a sus 53 años de edad, pinta, escribe, sueña y da lecciones de vida, no obstante su duro encierro carcelario de más de 13 años en Estados Unidos por combatir el terrorismo.

Tony, detenido el 12 de septiembre de 1998 al igual que René González, Gerardo Hernández, Fernando González y Ramón Labañino, revela día a día sus condiciones que lo hacen sin duda alguna un ser humano excepcional.

Un trabajo que publica hoy el diario Juventud Rebelde recorre el cotidiano bregar del heroico combatiente. Este resalta que cuando pinta lo invade una sensación de libertad.

Primero fueron los poemas, después las acuarelas, ahora incursiona con el óleo.

«Los poemas nacieron cuando solo podíamos tener un lápiz pequeño y algunas hojas para escribir en aquellas lúgubres celdas del llamado “hueco”, donde nos mantuvieron por 17 meses desde el día del arresto, sin otra razón que la de someternos al peor castigo por haber mantenido firmemente nuestra inocencia», cuenta Tony.

«Cada vez que estoy ante ese brutal castigo la poesía brota y me libera», y sus palabras duelen. Pero como si lo previera y no quisiera esa sensación, sino el optimismo y la fe en la victoria, continúa el recuento.

El proyecto de las mariposas endémicas de Cuba nace de un vínculo con el Museo Nacional de Historia Natural, el cual nació con las acuarelas de las aves endémicas de Cuba y continuó con las especies de guacamayos, y más tarde con las aves nacionales de los países de América.

«Mi mayor satisfacción es solo dar una alegría a algún familiar o amigo, así como a través del retrato y otras obras hacer aportes a nuestra justa batalla», refiere.

El próximo año Tony tiene dos proyectos. Uno serán obras basadas en las fotos de Silvio Rodríguez en sus conciertos por los barrios de la capital; y el otro, también con el Museo de Historia Natural, en el que el artista expondrá las pinturas con acuarela de las flores nacionales de los países del continente americano.

«Al pintar nuestras mariposas sentí sobre todo acercamiento a la amada patria, recordé momentos de mi infancia, palpé nuestro abrasador verano, visualicé las playas y campos de nuestra hermosa Isla. Fue un ejercicio de esparcimiento y libertad», manifiesta Tony.(AIN)