Accidente en planta nuclear de Francia reaviva polémica
París, 13 sep .- El accidente ocurrido ayer en la planta de Marcoule, sureste de Francia, reavivó el debate en torno a la pertinencia de mantener la energía nuclear como fuente principal del país. El siniestro dejó un saldo de un muerto y cuatro heridos (uno de ellos de gravedad) tras la explosión.
Numerosos políticos de izquierda y sobre todo, el partido Europa Ecología-Los Verdes, recalcaron la importancia de revisar todo el dispositivo nuclear de Francia, segunda potencia mundial de la esfera detrás de Estados Unidos.
Con 58 plantas, la nación europea es uno de los principales exportadores de tecnología nuclear en el orbe. Después de lo ocurrido en Fukushima, Japón, se levantaron voces aquí para exigir una revaluación de las proyecciones atómicas galas.
La Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) de Francia y el consorcio de energía EDF, relativizaron hoy el impacto del accidente ocurrido en Marcoule, a unos 35 kilómetros de la ciudad de Avignon.
En dos comunicados emitidos por separado hace unos minutos, tanto la ASN como EDF reiteraron hoy que no existe peligro de fugas radioactivas o químicas en el exterior.
Fue un lamentable episodio, pero industrial, no nuclear. En ese tipo de horno hay dos tipos de desechos: metálicos y combustibles, subrayó EDF en su texto.
Por su parte, la ASN coincidió al señalar que "se trata de una explosión en un horno que sirve para fundir los desechos radiactivos metálicos de débil o muy débil actividad".
Sin embargo, Corine Lepage, exministra de Medio Ambiente, Sphia Majnoni, responsable de Greenpeace en Francia contra la industria nuclear, y Eva Joly, aspirante presidencia de Los Verdes, fustigaron la actitud del Gobierno.
Lepage indicó que lo ocurrido en Marcoule es "la demostración de que en cualquier momento puede producirse un accidente", mientras Majnoni subrayó que el sitio de marras no fue parte de una auditoría efectuada en Francia tras Fukushima.
Es una planta nuclear, pero no se verifica su resistencia a terremotos ni inundaciones, lo cual nos permite pensar que el Gobierno no ha captado todas las lecciones que dejó la catástrofe de Fukushima, añadió la activista de Greenpeace.
Por su parte, Eva Joly acusó a la administración de Nicolás Sarkozy de ocultar las condiciones en que se produjo el accidente "y los riesgos que corrieron los empleados y los pobladores de la región".
(PL)