Prueban con éxito dispositivo para trasplantes de órganos sin frío
En la Universidad de California, la UCLA, han probado con éxito un aparato que permite trasladar el corazón de un donante en perfecto estado, latiendo y caliente hasta que es trasplantado. El dispositivo permitiría realizar más pruebas de tejidos al órgano mejorando las posibilidades de éxito de la operación.
Hielo y frío son la solución para mantener los órganos en perfecto estado durante el traslado de un donante a un receptor que lo necesite. Sin embargo este método no siempre funciona y es, cuanto menos, rudimentario. Además, puesto que el órgano en sí no puede estar de manera indefinida inmerso en hielo, no se puede probar la perfecta adaptación del órgano al nuevo paciente.
En la UCLA han informado de la prueba con éxito del dispositivo OCS (Organs Care System) de alta tecnología. Este innovador aparato mantiene el corazón en un estado latente, a la temperatura perfecta y prefundida con sangre rica en oxígeno y nutrientes. Además, explican desde la universidad, el corazón sigue funcionando durante el transporte.
La tecnología, además de transportar los órganos de manera segura, permite evaluar mejor la compatibilidad de los tejidos. Como apunta el investigador principal y director del programa de trasplantes de corazón e hígado de la UCLA, Abbas Ardehali, "los equipos de trasplante podrán evaluar mejor los corazones donantes (incluyendo la identificación de posibles factores de rechazo), pues el órgano puede probarse en el dispositivo durantes un periodo de tiempo más largo.
No hay corazones suficientes…
Y es que la cantidad de personas que esperan un corazón es mayor que la cantidad de donantes. Como explicaba Ardehali, "no hay suficientes corazones de donantes para todos los pacientes que lo están esperando. Si podemos encontrar maneras de mejorar nuestra limitada oferta de corazones, se podrán salvar más vidas".
Este Sistema de Cuidado de Órganos (OCS en sus siglas en inglés), a pesar de haber sido probado satisfactoriamente, todavía no ha recibido el visto bueno de la FDA y siguen manteniéndose como dispositivo experimental. Anuncios como el de la Universidad de California de su exitosa utilización en pacientes, como el caso de Rob Evans, impulsará su normalización en las clínicas y hospitales.