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Reunión emergente del G7 ante la crisis de la eurozona

París, 6 ago.- El ministro de Economía y Finanzas de Francia, François Baroin, tuvo que interrumpir sus vacaciones para volver a instalarse en París, probable sede de una reunión emergente del G7 ante la crisis de la eurozona. Baroin es de momento la figura clave como coordinador de acciones que impulsen los acuerdos del 21 de julio en Bruselas para afrontar la deuda de Grecia y tranquilizar a las bolsas, ante una fragilidad sorprendente de la zona euro.

La estrepitosa caída en los mercados bursátiles apenas se controló tras los contactos telefónicos la víspera del presidente francés, Nicolás Sarkozy, con las máximas autoridades de Alemania, España, Italia y Gran Bretaña.

Desde Roma, y también en esta capital, se confirmaron las noticias de que Italia y Francia ponderan la realización de un encuentro con carácter de cumbre de Finanzas ante la delicada situación que sacude al mundo entero.

En razón de la presidencia rotativa francesa del Grupo de los Ocho (G8), en su formato G7 (sin Rusia) se aspira a efectuar en las próximas semanas la cita si se llega a un acuerdo. Sarkozy adelantaba que conversaría con Barack Obama.

Hay una crisis financiera global, dijo en Italia el primer ministro Silvio Berlusconi, cuando todas las miradas se depositan en ese país sacudido ante el riesgo de contagio, lo mismo que España.

Los mercados mundiales siguieron nerviosos la víspera, si bien las cifras de empleo en Estados Unidos mejoraron. Pero igualmente estaban sacudidos por la rebaja de Standard and Poors de la nota de la deuda pública norteamericana.

En Europa, Fráncfort perdió 2,78 por ciento, Londres 2,71, París 1,26, Madrid 0,18, Milán 0,7 y Suiza 2,14, al cierre de la jornada de ayer.

"Se necesita una respuesta poderosa e inmediata. Que sea además definitivamente creíble. De lo contrario estaremos siempre expuestos", consideró Jean Luc Bertrand, analista de BNP Paribas, el segundo banco más poderoso de Europa. (PL)