ciencia_tecnologia

Cuba, acciones colectivas contra el deterioro de la tierra

Cuba, acciones colectivas contra el deterioro de la tierraAunque es reconocido internacionalmente que la desertificación constituye un problema de carácter económico, social y ambiental que concierne a numerosos países, la Organización de Naciones Unidas demoró 17 años en su proceso de entendimiento con las partes para la aprobación de una Convención Internacional sobre el particular.

Un Comité Intergubernamental de Negociación aprobó el proyecto del nuevo instrumento en junio de 1994 en Paris, pero entró en vigor el 26 de diciembre de 1996, nada menos que 90 días después de recibirse la ratificación número 50.
  
Hasta esa fecha su aplicación y tratamiento era un enigma ante el avance de la degradación de tierras en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, sobre todo en el llamado Tercer Mundo, que paga las consecuencias del irracional modelo económico del Primero.
  
Sin embargo, especialistas cubanos encontraron la fórmula para enfrentarla, cuando se percataron de lo útil que sería la integración de las estrategias, programas y planes de desarrollo sostenibles, con la interconexión de gestiones multisectoriales y multidisciplinarios.
  
De modo que abrieron el camino hacia la búsqueda de resultados integrales, el establecimiento de sinergias con programas de implementación de otras convenciones ambientales, que complementarán el alto grado de sensibilización y de voluntad política del Gobierno.
  
Sentaron las bases para el apoyo e inclusión de las acciones de sus proyecciones en el Plan de la economía nacional y otras vía nacionales de financiamiento, con lo cual obtuvieron una experiencia positiva en las fases iniciales de aplicación de la UNCCD.
  
No obstante, son insuficientes los recursos destinados hasta la fecha en comparación con las enormes necesidades, acrecentados por el costo y extensión de las acciones.
  
Aún así, el Centro de Información, Gestión y Educación Ambiental continuó la coordinación de acciones del combate contra los terrenos maltrechos, con el respaldo de organismos de la Administración Central del Estado e instituciones de investigación, universidades y Organizaciones no Gubernamentales.
  
Con una considerable cantidad y calidad de información, acumulada tras decenas de años de investigación, observación y de datos, se logró también la vinculación de factores, procesos y ecosistemas que hasta el momento se visualizaban de manera independiente.      
  
En esencia, actualizaron las condiciones de salud
y la educación de las poblaciones residentes en las áreas afectadas por los procesos de contaminación de aguas y de los suelos, el manejo de los sistemas agrícolas y el aprovechamiento de los residuales y las áreas protegidas.
  
Una caracterización del territorio nacional y de su correspondiente diagnóstico es una herramienta de trabajo para la prevención y recuperación de las tierras afectadas por la desertificación y la mitigación de los efectos de la sequía. (Por Lino Luben Pérez, AIN)