¿Resistir la crisis? ¡Sí podemos!
La Crisis Mundial va mas allá de lo financiero, afecta a toda la economía y trasciende las fronteras estadounidenses.
Las políticas neoliberales hicieron posible que los más poderosos impusieran la ley de la selva, de la cual el compañero Fidel dijo:
La crisis actual y las brutales medidas del gobierno de Estados Unidos para salvarse, traerán más inflación, más devaluación de las monedas nacionales, más pérdidas de los mercados, menores precios para las mercancías de exportación, más intercambio desigual. Pero traerán también a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones.
El capitalismo, dijo Fidel, tiende a reproducirse en cualquier sistema social, porque parte del egoísmo y de los instintos del hombre. A la sociedad humana no le queda más alternativa que superar esa contradicción, porque de otra forma no podría sobrevivir.
También la selección de los más aptos y la alianza de empresas enviarán a los más débiles a la quiebra. Los ciento noventa millones de desempleados en todo el mundo, al finalizar el dos mil ocho, podrían incrementarse en cincuenta y un millones mas durante el dos mil nueve.
Ahí está el ejemplo de la General Motors, cuya quiebra marca un hito al desplomarse lo que fue la maquinaria industrial más grande de la historia. Decenas de miles de trabajadores de estas compañías y sus proveedores perderán sus empleos.
La actual Crisis Mundial, es la más grave en los últimos ochenta años, de modo que no podemos dar la espalda a un asunto que nos afecta y obliga a buscar soluciones internas con nuestra capacidad.
Mientras en el planeta miles de personas pierden su empleo, en Cuba se buscan alternativas para que la gente trabaje.
En medio de la crisis nuestro país mantiene la solidaridad con el mundo, garantiza la continuidad de estudios y acceso a la salud y el Estado protege los subsidios como estrategia política.
Los cubanos enfrentamos el bloqueo hace mas de cincuenta años, las fuertes situaciones climatológicas de las últimas temporadas ciclónicas y sus negativas consecuencias, la epidemia provocada por el virus de la Influenza A H1N1, y podemos enfrentar también la crisis, con soluciones y alternativas, siendo certeros en el ahorro de los recursos, principalmente los energéticos, sin olvidar que mientras más rápido y mejor se trabaje, estaremos en condiciones para resistir este fenómeno global.
(Por María Elena Javier Mora/ UPEC Santa Cruz del Sur)