Madre

MadreMadre. Una palabra de cinco letras encierra la grandeza del milagro de la vida y la pureza de los sentimientos que inspira.

Madre es sinónimo de emociones tan disímiles y a veces antagónicas como: dulzura, dureza, ternura, desvelo, desprendimiento, sufrimiento, paciencia, impaciencia, generosidad, justicia, esperanza, alegría y dolor. Con la diferencia de que expresadas en el momento preciso adquieren visos de enseñanzas que nos marcarán para toda la vida.

No importa si es una madre joven o adulta, casada o soltera, si los hijos son propios o adoptivos. Tienen una misión que cumplir y la cumplen, muchas veces a expensas de inmensos y callados sacrificios.

Ser madre en estos tiempos significa asumir un gran reto, personal y ante la sociedad. La persona que nos da el ser, es responsable de nuestro cuidado y nuestra primera educación. Es el ejemplo más cercano que tenemos como referencia.

De las madres parece que ya se ha dicho todo, y todavía, estamos seguros, no se puede decir que una definición, canción o poema sea mejor que otro. Todos se complementan y se orientan hacia el AMOR, origen y fin de la existencia humana.

Cuando se acerca esta fecha se prepara la festividad con lo mejor, se procura regalarle algo especial y hacer este día inolvidable. Esfuerzos muy loables, pero… ¿y el resto de las jornadas del año?¿Acaso no deberíamos darles diarias alegrías?

 Preocuparnos por su bienestar no debe convertirse en distintivo de este domingo. Que la alegría y el respeto de hoy perduren por siempre y que este sea el merecido homenaje de cada uno de nosotros a las madres… todos los días. (Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz).