¡Todos hicimos el cuento!
Para los santacruceños de mi generación, e incluso para otros de mayor edad, “El 32” era historia, especie de tema respetado por todos y cubierto por un velo de luto sin libre traspaso, muchos no concebíamos que la naturaleza pudiera ensañarse de esa manera contra lo que era parte de nuestro pequeño mundo.
Tras los huracanes Gustav e Ike las imágenes de todo el país se repetían una y otra vez, pero los nacidos en el sur camagüeyano, “Cicloneros por excelencia”, no imaginábamos la magnitud de los hechos.
Llegó el séptimo día del onceno mes del año y el inminente peligro del azote de Paloma se hizo evidente; la proximidad con la fatídica fecha y la semejante trayectoria puso alerta a los pobladores de este terruño, ¡No podía haber tanta casualidad!
El 9 de Noviembre volvía a ser una fecha lamentable para los santacruceños: en 1932 azotó un poderoso huracán que borró de la faz de la tierra el pueblo más austral de la provincia agramontina ; en el 2008, “La Playa”, amanecía destruida por la furia del mar y los vientos de Paloma.
Sin embargo, en esta oportunidad, dentro de aquel panorama desolador, una noticia nos llenaba de orgullo y esperanza, ¡Ní una sola víctima!
Para los ojos atónitos que observan el panorama aquello parece prácticamente increíble. ¿Cuál fue la fórmula? El sistema implantado por la Defensa Civil como parte de este proceso Revolucionario que con razón defendemos fue la única vía que posibilitó tal triunfo.
Ahora, el camino se tiende largo y difícil, pero la seguridad en la victoria, la solidaridad con los más afectados y la disposición a seguir adelante, permite, que entre el dolor por las pérdidas materiales, se esboce una sonrisa en cada santacruceño, porque esta vez, ¡Todos hicimos el cuento! (Lesvia Fernández Molina / Radio Santa Cruz )