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Saber amar

Saber amarEl verdadero revolucionario está movido por grandes sentimientos de amor. Che
                                                                                                                                      

Cierto es, que aunque para el amor no debiera existir un solo día en el calendario, sino dedicarle todas las jornadas de nuestra vida, en esta fecha de febrero por cualquiera que sea la razón, se hace imprescindible tenerlo más presente que nunca.

Ojalá no evoquemos al más noble y puro de los sentimientos con mero interés comercial, aunque siempre resulta agradable el detalle como complemento.

Alguien dijo que “la medida del amor es el amor sin medida”, sabia sentencia que comparto en toda su plenitud. ¿Acaso se puede medir algo tan grande y bello como el amor sin temor a ser acusados de mezquinos?

Pienso que no. En el amor la mayoría de las veces, cuando se dosifica, no basta. Recordemos el consejo magistral del poeta brasileño Vinicius de Moraes, inmortalizado en su poema Para vivir un gran amor: “lo único que el gran amor quiere es amor, amor, sin medida.”

El amor verdadero es oblación desinteresada, entrega apasionada, sacrificio abnegado. El ‘dar la vida por amor’ no es opcional, es indispensable.

Por eso, en este día tan especial les pido que, además de a nuestros amores personales, tengamos presentes a Gerardo Hernández, René González, Fernando González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los Cinco antiterroristas cubanos, presos en Estados Unidos por amor.

De Antonio Guerrero es este poema, el sexto de su libro “Poemas confidenciales”, que resume “el más puro y esplendoroso emblema de su calidad humana y de su irrevocable vocación de libertad”. Y según nota del propio Tony, como cariñosamente le llamamos, fueron escritos “a nombre de cinco hombres que estamos inquebrantablemente unidos por idénticos principios, forjados en la obra hermosa, digna y heroica de nuestro pueblo.”

Saber amar es escuchar al alma
latir sobre la piel enmudecida,
es no tener comienzo ni medida
para ofrendar amor en plena calma.
Saber amar es colocar la palma
de tu mano sobre la abierta herida,
es apartar del curso de la vida
lo que a la vida sin razón desalma.
Amar es fuerza pasional que arranca
al rayo de sol que se precipita,
con total suavidad, su rosa blanca.
Amar es la virtud noble que invita
a sentir tuya toda justa liza.
¡De cuánto amor saber amar precisa!

Hago mías las palabras expresadas por Ángel Augier en el prólogo del libro: “Que estos cálidos versos de amor de Antonio Guerrero Rodríguez sean un motivo más para comprender que es una injusticia su encarcelamiento, y que ya es hora de que se devuelvan a su patria, a la libertad, a los cinco héroes cuyo cruel apresamiento en los Estados Unidos es un baldón imperdonable para la administración de justicia de ese país”.

Realmente para hacer lo que hicieron los Cinco solo se necesita una premisa: saber amar.

(Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz)