Debilidad de finanzas mantiene la alerta en Europa

Debilidad de finanzas mantiene la alerta en Europa Bruselas, 17 ene .- La debilidad de las finanzas europeas constituye una de las principales dificultades del Viejo Continente, sobre todo en medio de la crisis de deuda.

En tal sentido, la volatilidad del euro frente al dólar, aspecto que algunos preferirían olvidar, todavía inquieta a los mercados.

Sobre el tema, analistas opinaron que la llamada moneda común podría seguir en picada, ante la creciente presión sobre Portugal para que pida rescate financiero.

La situación de los bancos es otro motivo de desvelo para muchos en Europa, principalmente por la disminución de los precios de las acciones y, en algunos casos, por el aumento del costo de financiamiento.

Por ello, expertos explican que como esas entidades financieras poseen grandes cantidades de deuda de gobiernos de la Unión Europea (UE), son considerados un punto vulnerable al contagio.

Luego del rescate de Irlanda en noviembre algunos analistas ven otra gran preocupación en la dificultad de los países para financiarse.

Al respecto, el equipo de analistas de J.P. Morgan Chase resaltó recientemente que los bancos europeos encuentran mayores trabas para atraer inversionistas a su deuda no garantizada.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, insistió en la importancia de alcanzar una política presupuestaria sana para consolidar la economía mundial.

Recalcó la urgencia de elevar el control sobre las finanzas, ante los elevados déficit de varios países de la Eurozona.

Señaló que aunque en los últimos meses los bancos ampliaron la concesión de crédito al sector privado, es necesario aumentar la disponibilidad del mismo en medio del aumento de la demanda.

El BCE precisó que en algunos países de la zona de la moneda común la preocupación en torno a posiciones fiscales insostenibles y la vulnerabilidad frente a las fluctuaciones de los mercados, continúa muy alta.

En ese sentido, reiteró la necesidad de trabajar en el saneamiento de las finanzas públicas para reducir los riesgos y estimular el crecimiento sostenido.

Opinó que los miembros de la Eurozona deben establecer estrategias de consolidación creíbles, para lo cual estimó imprescindible efectuar una reestructuración adecuada del sector bancario.

Sin embargo, los constantes críticas a los gobiernos, por la lentitud con que han actuado ante los elevados déficit, respalda los pronósticos poco alentadores que cuestionan la suficiencia de las gestiones de la UE para evitar el contagio hacia otros miembros del grupo.
(PL)