Federación de Mujeres Cubanas saluda a los maestros
Queridas maestras y maestros, trabajadoras y trabajadores de la Educación:
Ustedes han elegido una labor muy hermosa y responsable. Nuestra querida Vilma señaló que cada generación tiene la misión de educar a las generaciones que le suceden, y que por tanto había que consagrar muchos esfuerzos a esa misión que corresponde a la familia, a los maestros, al padre y a la madre, a los trabajadores, a todas y cada una de las personas que integran la sociedad cubana.
Por ello, a ustedes, trabajadoras y trabajadores de la Educación, que forjan el presente y futuro de la Patria, la Federación de Mujeres Cubanas les hace llegar un cálido saludo y felicitación en esta jornada, y su reconocimiento por la alta responsabilidad que desempeñan en esta institución —la escuela— que figura entre los más valiosos patrimonios de nuestras comunidades.
Felicitamos a los que han modelado la arcilla nueva en estos cincuenta años de Revolución, a los que hoy realizan su tarea en las aulas, a los que se encuentran en otras tierras cumpliendo misión internacionalista, y muy especialmente, a los que después de concluido su ciclo laboral se han reincorporado para enriquecer las filas de esta imprescindible actividad humana, pues como sentenció nuestro Héroe Nacional José Martí: "Hacerse maestro es hacerse creador".
Nuestra Organización tiene la convicción de que savia nueva, de jóvenes muchachas y muchachos, se sumará como hasta ahora a este máximo empeño de la Revolución: perfeccionar la labor educacional en los Círculos Infantiles y todas las escuelas del país. Haremos todo cuanto esté a nuestro alcance, con el movimiento de Madres y Padres Combatientes por la Educación, con nuestras representantes ante los Consejos de Escuela y de Círculos Infantiles, para contribuir con esta aspiración tan necesaria como justa.
Nos admira la respuesta de maestras y maestros en las difíciles circunstancias que nos crearon a su paso los huracanes. La destrucción no pudo vencer el espíritu solidario de familias que encontraron formas concretas de vencer la adversidad y establecieron cientos de Casas-Escuelas en las zonas afectadas.
Con los maestros y profesores nuestros hijos pasan gran parte del día, juegan, conversan y aprenden. Gracias a su empeño cada niña y niño recibe sus clases. Tengan la certeza de que nunca estarán solos en este arte complejo que a diario realizan: Educar.
Seguiremos estrechando el valioso vínculo entre la escuela, la familia, el barrio y la comunidad para educar a nuestros hijos, para que siga creciendo la capacidad de pensar y crear de quienes comparten hoy este grato momento de alegría y orgullo revolucionario.
¡Felicidades!
Secretariado Nacional