Visitan Prensa Latina defensores de antiterroristas cubanos
La Habana, 11 may. – Integrantes del proyecto Aconcagua, quienes plantaron una bandera en el llamado techo de América por la libertad de cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos, recorrieron la sede central de Prensa Latina (PL).
La visita a esta agencia, hermana nuestra, representa un honor y un momento especial durante la estancia en Cuba, apuntó Pablo Fernández, periodista de profesión y quien se confiesa eterno amigo de la mayor de las Antillas.
Él, Santiago Vega, también reportero, y Alcides Bonavitta, los dos escaladores de la mayor elevación del referido continente en enero pasado, fueron recibidos por el presidente de PL, Frank González.
Fernández contó cómo la idea de ascender al Aconcagua estaba relacionada con un homenaje a los 50 años de este medio y que fueron sus corresponsales en Buenos Aires los responsables de sugerir el pedido de excarcelación para los antiterroristas.
René González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero fueron detenidos en septiembre de 1998 por monitorear las acciones criminales de grupos anticubanos en la Florida, sur de Estados Unidos.
Numerosas pruebas judiciales y el testimonio de altos jefes militares norteamericanos atestiguan que los Cinco, como son conocidos a nivel mundial, nunca atentaron contra la seguridad de esa poderosa nación.
En el intercambio de este lunes, los visitantes se interesaron por la vida y obra del periodista argentino Jorge Ricardo Masetti, primer director de PL y uno de reporteros foráneos que subieron a la Sierra Maestra en plena lucha rebelde contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Masetti fue un hombre excepcional, muy visionario, gigante del periodismo latinoamericano, y somos continuadores de su obra, enfatizó González, tras obsequiar a los argentinos el libro Los años precursores. Memorias de Prensa Latina (1959-1962).
Ambas partes también dialogaron sobre el impacto mediático que ha tenido la iniciativa de escalar cumbres por los Cinco y, más allá de eso, la corriente de afectos y solidaridad que nadie puede detener.(PL)
