Colaboración médica cubana cosecha elogios en Haití
Puerto Príncipe, 30 abr. – La labor de los médicos cubanos en Haití recibió el reconocimiento de los hombres y mujeres humildes del pueblo y también la de figuras importantes del país y de la comunidad internacional.
Un mes atrás, el presidente René Preval recibió en sus dependencias -las que quedaron en pie- del Palacio Nacional a los ministros de salud de Cuba y Brasil, José Ramón Balaguer y José Gomes, respectivamente, y aprovechó para alabar el trabajo de los galenos.
En un momento del diálogo con ambos ministros, en presencia de Prensa Latina, Preval aseguró que "para los haitianos primero está Dios y luego los médicos cubanos. Y no lo digo yo, que estoy convencido, lo dicen los hombres pobres de las comunas, los ciudadanos humildes".
El Presidente recordó una conversación que tuvo en alguna ocasión con un hombre en uno de esos poblados donde laboran los trabajadores de la salud de la isla vecina y quedó maravillado por el respeto que se han ganado.
Ese mismo día, en Croix des Bouquets, el ministro brasileño aseguró que lo que "Cuba hace aquí en materia de salud es un ejemplo para el mundo entero, una muestra muy elocuente de ayuda desinteresada".
Para Marcel Young, embajador de Chile en esta capital, "es encomiable ver a los doctores cubanos trabajar, porque lo hacen con una entrega total, con un altruismo y una generosidad sin límites".
Young, decano del cuerpo diplomático acreditado aquí, aseguró que ninguna de las facciones políticas haitianas se mete jamás con los médicos cubanos: "se fajan entre ellos, se provocan, pero ninguno quiere que los médicos cubanos se vayan. Todo lo contrario, los cuidan".
Para el jefe de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas para la Estabilidad en Haití (MINUSTAH), Edmond Mulet la labor de los cooperantes cubanos "es extraordinaria"
"He encontraba médicos cubanos trabajando, a veces en condiciones verdaderamente terribles, sin agua, sin electricidad, con solo el equipo que ellos llevaban, que transportaban, porque las instalaciones sanitarias, médicas, en Haití son muy muy precarias", enfatizó.
"Yo estuve en Haití como jefe de la misión hace ya algunos años y desde aquella época me di cuenta de primera mano del trabajo tan extraordinario que realizaban los médicos cubanos en todo el país, repartidos en todas las provincias, en todos los departamentos, en todas las regiones", señaló el enviado del Secretario General de la ONU.
Sin embargo, ninguna frase fue tan elocuente como la del niño haitiano Keven Cemens, de apenas 10 años de edad, a quien una pared le cayó encima de su pierna izquierda el 12 de enero pasado, lo cual obligó a una amputación.
Cemens llegó hasta donde los especialistas en prótesis llegados de Cuba y a la pregunta de un periodista, respondió: "Vine por una pierna para poder jugar fútbol".
El pequeño aclaró después que siempre escuchó historias de los médicos cubanos y fue por una pierna nueva, incluso se mostró asombrado cuando supo que debía cambiársela cada seis meses hasta tanto sea un hombre y deje de crecer.
La colaboración médica cubana con Haití comenzó a finales del siglo pasado, poco después del paso del huracán George, el cual dejó 230 muertos y destruyó el 80 por ciento de los cultivos del país.(PL)