Tiempo de afinar la puntería
Menos de 15 días nos separan del domingo 25 de abril, día en que más de ocho millones de cubanos y cubanas ejercerán de manera voluntaria, secreta y directa su derecho al voto para elegir a los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, los cuales tomarán las riendas de esa instancia durante dos años y medio.
Ahora se juntan más de una tarea que realizar, y esa responsabilidad no les atañe solamente a los conciudadanos que se desempeñan como autoridades electorales, sino también al pueblo que goza del deber constitucional de nominar a sus candidatos y luego elegir a sus delegados. Hay mucho por hacer para todos y entre todos.
En ese camino que ya no es tan largo, pero que debe ser transitado con inteligencia, creatividad y compromiso, a la Comisión Electoral Nacional le interesa insistir en el deber constitucional de los electores de conocer mejor a sus candidatos por medio de las fotos y biografías expuestas, revisar si son correctos los datos que aparecen en las listas de electores e informarse sobre cómo se debe votar.
Ante estas urgencias, que no son las únicas pero sí aquellas en las que la mayor cuota de responsabilidad corresponde a los ciudadanos con capacidad legal para ejercer el derecho al sufragio, consideramos esencial ofrecer información precisa sobre cada una de esas tareas-deberes.
Que los electores lean las biografías de los candidatos a delegados elegidos en su asamblea de nominación y que los reconozcan e identifiquen en las fotos —ambos documentos están expuestos en los sitios públicos de mayor concurrencia en nuestras circunscripciones—, no resulta únicamente un deber de los conciudadanos sino una responsabilidad de las autoridades electorales.
Y resulta también una necesidad en la que pueden brindar especial apoyo las diferentes organizaciones de base, en particular los CDR, con amplia experiencia en la movilización del pueblo en torno a la preparación de las elecciones en nuestro país.
Esa contribución de la mayor organización de masas de la Isla debe ser aprovechada además en la convocatoria que están haciendo las máximas autoridades electorales, referida a la obligación que tenemos de volver otra vez nuestra vista sobre las listas de electores.
Allí están esas relaciones contentivas de los nombres y apellidos, número de identidad permanente y domicilio, y cuya veracidad puede ser confirmada por el elector en cuestión, un familiar allegado o conocido de la comunidad.
Responsabilidad compartida, primero, porque ningún ciudadano con capacidad legal para ejercer su derecho al voto debe ser excluido de las listas de electores, como tampoco puede aparecer en más de uno.
Todos los ciudadanos que hayan cumplido los 16 años de edad, que se encuentren en pleno goce de sus derechos políticos y no estén comprendidos en las excepciones previstas en la Constitución y la Ley Electoral, tienen derecho a participar en las elecciones periódicas, a elegir y a ser elegidos.
No basta solamente con que se constate la validez de los datos recogidos en las listas, se identifique al candidato a delegado de su preferencia, o se esté debidamente informado de lo que acontecerá en estos días finales, previos al momento de la elección, sino que es preciso saber cómo se ejerce el derecho al voto, qué documentos se deben presentar ante la mesa electoral que corresponda y en qué horario se debe acudir al colegio electoral.
Tengamos bien claro que esta vez votamos por un solo candidato de los que figuran en la boleta. Así lo establece la Ley Electoral. Presentar el carné de identidad o documento de identidad de los institutos armados, escribir una «X» junto al nombre del candidato al que le confiere el voto y depositar la boleta en la urna son los únicos requisitos para ejercer de manera cívica y patriótica un deber que se traduce en participación activa y directa en la dirección de nuestro Estado libre y soberano, por intermedio del hombre o mujer que usted elija para representarlo.
Prepararnos para ese momento es, más que un deber, un compromiso ineludible con el propósito común de hacer con todos y para el bien de todos. Así es Cuba.
(Tomado de Juventud Rebelde)